El representante del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, continúa preso en aislamiento en la prisión-isla de Imrali. Los presos políticos en Turquía y Kurdistán iniciaron el pasado 27 de noviembre una huelga de hambre indefinida y alterna para demandar el fin del aislamiento de Öcalan y el fin de las violaciones en las prisiones.
Esta protesta suma ya un total de 36 días, y en estos momentos se encarga de ella un 7º grupo de presos.
Las autoridades de las prisiones y el ministro de justicia, lejos de cumplir con las demandas de los presos, han impuesto nuevos castigos contra su acción amparada en los cauces democráticos.