Ha pasado un año desde que Servet Turgut y Osman Şiban, detenidos por soldados turcos en Çatak (Van), fueron torturados y arrojados desde un helicóptero militar. El incidente, en el que Turgut murió mientras era atendido en el hospital y Şiban resultó gravemente herido, conmocionó a la opinión pública tras ser descubierto por la Agencia Mezopotamya (AM).
El presidente de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) de Van, Mehmet Karataş, ha exigido que se desenmascare y se juzgue a quienes torturaron a estos dos ciudadanos.
Karataş ha dicho que el derecho a la vida fue claramente violado y que ha habido muchas otras violaciones en los últimos 40 años. Ha recordado que la tortura contra estas dos personas incurre en un crimen contra la humanidad. Karataş ha declarado a AM: “Dos ciudadanos fueron detenidos y golpeados casi hasta la muerte. Como resultado de este incidente, Servet Turgut perdió la vida y Osman Şiban, que resultó herido, aún no se ha recuperado”.
Karataş ha señalado que se han violado la Constitución y las convenciones de las que Turquía es parte y ha añadido que no creen que la investigación se esté llevando a cabo de manera adecuada. “Los periodistas que expusieron este incidente a la opinión pública de Turquía y del mundo fueron detenidos. Los periodistas tienen el deber de informar. Sin embargo, fueron juzgados por defender el derecho del público a recibir información y por exponer con documentos un incidente atroz. Se les impidió hacer su trabajo y al público recibir información. Para que estas situaciones no vuelvan a producirse, es necesario que se persiga a los autores del incidente, y no a los periodistas que dan la noticia”.
Karataş ha pedido una investigación efectiva contra los autores y la apertura del juicio. También ha señalado que la impunidad debe acabar.