Las administraciones penitenciarias turcas aumentan el castigo a los presos en huelga de hambre

La actitud arbitraria de las administraciones penitenciarias en Turquía contra las huelgas de hambre, que suman 269 días de acción, continúa mientras el gobierno no toma ninguna medida.

La huelga de hambre alterna e indefinida iniciada en las cárceles contra el aislamiento del líder político del pueblo kurdo Abdullah Öcalan suma ya 269 días. La huelga de hambre que comenzó alternándose cada cinco días se amplió a 15 días a partir del 14 de julio, y actualmente la lleva a cabo un 49º grupo de presos.

Además, se inició una huelga de hambre solidaria el 18 de diciembre en Makhmur que ya suma 248 días.

También en el campamento de Lavrio, en Grecia, se inició una huelga de hambre solidaria bajo la dirección del Movimiento Juvenil Revolucionario (TCŞ-Tevgera Ciwanên Şoreşger), el Movimiento de Mujeres Kurdas en Europa (Tevgera Jinên Kurdistan a Ewropa) y Navenda Çanda Kurdistan (Centro Cultural Kurdo). Esta otra huelga de hambre indefinida suma ya 231 días.

Las administraciones penitenciarias no se preocupan

En declaraciones a ANF, Destina Yıldız, co-portavoz de la Comisión de Prisiones de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD) de Estambul, ha afirmado que el aumento de la huelga de hambre a 15 días aumenta también el riesgo para la salud de los presos. Yıldız ha criticado las prácticas de las administraciones penitenciarias: “En algunas prisiones, después de la huelga de hambre, se sirven comidas normales en lugar de comidas controladas, lo que puede causar problemas de salud.

Como el ayuno se prolonga, es necesario prestar atención a su alimentación. Esto es de vital importancia, pero las administraciones no se preocupan por la situación. Antes, los presos no se sometían a grandes controles de salud porque ayunaban cinco días cada uno, pero ahora hay que tener cuidado porque entran y salen a menudo de la huelga de hambre”.

Pero la abogada ha subrayado que en lugar de preocuparse por la salud de los presos, las administraciones aumentan los castigos disciplinarios: “Es un hecho que es el gobierno, y no las administraciones penitenciarias, quien debería prestar atención a esto. Tanto nosotros como nuestros clientes intentamos hacer llegar esta voz y estas reivindicaciones al exterior y a la población”.