La violencia contra los presos de la cárcel cerrada de alta seguridad de Van va en aumento. La información proporcionada por los presos muestra que la violencia ha alcanzado el nivel de la tortura.

Veysi Bayat, uno de los presos, señaló que estaban expuestos a la violencia y no estaban en condiciones de hablar, en una llamada telefónica semanal con su familia.

Su padre, Abdullah Bayat, confirmó que Veysi tenía dificultades incluso para hablar por teléfono. "Mi hijo estuvo expuesto al ataque de los guardias. Tiene dificultades para sentarse y levantarse. Todas las noches, hacia las 20.00 horas, los guardias hacen una redada en sus pabellones y lo someten a la violencia. Mi hijo dice que lo están torturando hasta la muerte: "Nos matarán si seguimos así". Llevan semanas sometidos a una violencia constante, y todas las noches los llevan a una habitación y los someten a tortura".

Señalando que sólo los presos políticos son el objetivo, Abdullah Bayat dijo: "Mi hijo declaró que, tras el cambio del director de la prisión, empezaron las torturas, que fueron empeorando con el paso del tiempo. A pesar de su estado, ni siquiera lo llevaron al hospital".