Un grupo de académicos y académicas, abogados y abogadas, sindicalistas y activistas internacionales han viajado al sureste de Turquía, de mayoría kurda, en calidad de observadores electorales para presenciar las trascendentales elecciones presidenciales y parlamentarias que se celebrarán en el país el 14 de mayo.
En una serie de artículos en Medya News que se publicarán cada dos días hasta las elecciones, Emma Müller, miembro de la delegación del Reino Unido, compartirá las conclusiones de la delegación internacional de observadores electorales desde el terreno.
Este es el primer artículo de la serie:
Las próximas elecciones turcas son cruciales para el futuro de la democracia del país. El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y el Partido Yeşil Sol (Partido de la Izquierda Verde) hicieron un llamamiento a la solidaridad con su campaña. Como internacionalistas respondimos a su llamamiento organizando una delegación a Bakur (Kurdistán Norte, en el sureste del territorio controlado por la República de Turquía). La delegación, formada por académicos y académicas, abogados y abogadas, periodistas, sindicalistas y activistas, ha venido de toda Europa para presenciar la campaña electoral. Nuestra solidaridad se basa en el entendimiento de que los sistemas que oprimen la democracia son los mismos más allá de las fronteras, lo que significa que nuestra resistencia contra ellos debe ser unitaria.
Nuestra atención se ha centrado en la región de Amed (Diyarbakır, en turco) y se trasladará a otros lugares de Bakur a medida que avance la campaña.
La campaña electoral de Izquierda Verde pretende visitar todos los asentamientos
Durante dos meses, la campaña electoral de Yeşil Sol pretende visitar todos los asentamientos de la región de Amed. Eso significa que cada pueblo, aldea y caserío aislado recibe una delegación del partido. Nuestro viaje de hoy a los pueblos comenzó en un convoy de coches engalanados con pegatinas, con banderas del partido ondeando en las ventanillas mientras recorrían a toda velocidad las carreteras de la zona rural de Amed. El convoy iba encabezado por una furgoneta de campaña repleta de voluntarios y voluntarias y material electoral, que anunciaba la llegada de la campaña con música tradicional kurda que sonaba por unos inmensos altavoces.
Al llegar a cada pueblo, los miembros de la campaña se dirigieron a una reunión con los organizadores políticos locales. Los candidatos y candidatas preguntaron por la situación en los pueblos y qué podía hacer el partido por la gente. Explicaron la importancia del voto y la estrategia electoral del partido. Muchos aldeanos y aldeanas estaban confusos con el proceso, en parte porque Yeşil Sol es nuevo para ellos: los candidatos y candidatas del HDP se presentan bajo la bandera de Yeşil Sol porque es probable que Turquía prohíba el HDP antes de las elecciones. Ahora los candidatos y candidatas tienen que explicar no solo cómo votar, sino por qué Yeşil Sol toma el relevo del HDP. También tienen que explicar por qué la gente no puede votar a un candidato o candidata de Yeşil Sol para presidente, y tiene que votar a otro candidato en su lugar: Yeşil Sol está prestando su apoyo al principal oponente del presidente Erdoğan con la esperanza de derrotarle.
El proceso de explicar a los aldeanos y aldeanas la penosa burocracia del sistema electoral muestra lo alejada que está la política nacional de su vida cotidiana. Complicar la política electoral crea una barrera para que la gente se implique. Explicar el proceso de votación y hacerlo relevante para cada votante significa que Yeşil Sol proporciona a la sociedad una de las herramientas necesarias para defenderse del fascismo y el colonialismo del Estado turco.
En los pueblos, hombres y mujeres siguen estando segregados en su mayoría. En la mayoría de los pueblos, las miembros del partido son las únicas mujeres que asisten a las reuniones. Los candidatos y candidatas de Yeşil Sol abordan este problema yendo de puerta en puerta, a todas las casas. Los hombres salen de las casas para saludar a los políticos, mientras que las mujeres suelen quedarse atrás. Las mujeres del partido se desvían entonces de su camino para acercarse a cada casa, entrando en los pasillos o haciendo señas a las mujeres para que se acerquen, involucrando a todas las mujeres a las que pueden llegar.
Niños agitando banderas
En una ocasión estábamos en un grupo pequeño sin ninguna candidata presente. Las mujeres no querían salir, hasta que los candidatos hombres sugirieron que nuestras mujeres miembros podían caminar delante, representando a las mujeres. Las mujeres siempre estaban muy contentas de saludarnos cuando dábamos el primer paso: valoran el compromiso político tanto como los hombres, pero luchan contra una mentalidad feudal que dificulta su participación. Queda mucho trabajo por hacer, pero el Movimiento por la Libertad de Kurdistán ha mejorado indiscutiblemente la situación de las mujeres en Bakur. Las mujeres se sienten capacitadas para afiliarse al partido, y el sistema de co-presidencia y las mujeres políticas ya no se enfrentan a la hostilidad de antaño.
En todas las aldeas nos recibían niños agitando la bandera del partido y haciendo con los dedos el signo de la victoria. Los niños tienen sentido de su propia identidad nacional, corren junto a los convoyes y corean los eslóganes del movimiento.
Cuando visitamos los pueblos de la región de Hazro pudimos ver las montañas donde la guerrilla vivió hasta 2015. En estos pueblos había un enorme apoyo al partido Yeşil Sol. Una lugareña nos dijo que la sociedad tiene un sistema muy feudal, pero que eso la ha protegido de la infiltración del Estado. Los lugareños y lugareñas también compartieron que el Estado suele enviar a los militares a los pueblos, y que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) los visitó el día anterior, intimidándoles para que no pusieran banderas de Yeşil Sol.
Rodeados por la policía
Por la noche nos unimos a una gran celebración frente a una sucursal de Yeşil Sol en la ciudad. Cientos de vecinos y vecinas se reunieron, escucharon música en directo y bailaron. El acto estuvo rodeado de policía con cañones de agua. La calle estaba vallada y todas y todos los que entraban eran filmados. Esto asustó a algunas personas, pero a medida que avanzaba la velada, cada vez más, sobre todo jóvenes, desafiaron estas tácticas intimidatorias. El baile fue alegre y enérgico, ignorando la presencia policial y la posible represión que podría suponer asistir a actos festivos.
Estas tácticas intimidatorias forman parte de la vida cotidiana de la gente. Todo el que es políticamente activo, o incluso sólo abiertamente crítico con el régimen de Erdoğan, espera ser encarcelado por su actividad en algún momento.
En el poco tiempo que llevamos aquí, hemos conocido a decenas de personas que han pasado tiempo en prisión, cuyos hijos e hijas siguen encarcelados o que han perdido a familiares en la lucha guerrillera. Pero la resistencia y el calor de la gente, sobre todo después de que detuvieran a unos 130 de sus compañeros y compañeras en Amed y a otros 32 en Estambul, es un fuego que nunca se apaga.
Artículo publicado en Medya News y traducido por Rojava Azadî Madrid.