Quedan pocos días para una de las elecciones más importantes de nuestra historia [de Turquía]. Sin embargo, los anteriores comicios de los últimos 21 años y la actitud antidemocrática del actual gobierno suscitan dudas sobre la seguridad de las elecciones.
Quienes tienen dudas no se equivocan en absoluto. Ningún socio del bloque gobernante ha convencido aún a la opinión pública de que las elecciones serán limpias y de que respetarán los resultados.
De hecho, todos los socios del gobierno, especialmente Erdogan, parecen actuar de otro modo. El líder del MHP, Devlet Bahçeli, ha amenazado abiertamente a la oposición recientemente, diciendo que "o les condenan a cadena perpetua o les pegan un tiro". Hace unos días, el ministro del Interior, Süleyman Soylu, afirmó que las elecciones del 14 de mayo eran una especie de golpe de Estado. Además, Erdogan dijo: "¡Esta nación no concederá el poder a quienes ganen las elecciones con el apoyo de Qandil!".
Pero todo esto son intentos de quebrar la voluntad de los y las votantes de derrotar a este gobierno mediante elecciones. Supongamos que el bloque de la oposición ganara las elecciones y el fascismo del AKP/MHP no quisiera dejar el poder. Esto sólo haría las cosas más difíciles para ellos. Todos estos comentarios sólo demuestran que el régimen está alarmado.
La marca más importante de los 21 años de gobierno de Erdogan es que siempre ha logrado ganarse el consentimiento de la sociedad de alguna manera. Pasara lo que pasara, Erdoğan conseguía ser elegido cada vez. Como la sociedad turca seguía eligiendo a Erdogan, ¿quién podía cuestionar su poder? Precisamente por eso Erdogan sigue insistiendo en la "voluntad de la nación". Además, ya no es posible destituir a un gobierno mediante un golpe de Estado, como ocurría en los tiempos de la guerra fría.
Por lo tanto, para todos aquellos y aquellas que quieren derrotar al régimen de Erdogan tanto dentro como fuera del país, no hay más remedio que derrotarlo mediante elecciones democráticas. Si es derrotado en las elecciones, Erdogan perdería la supremacía moral. Ninguna institución del Estado, incluida la burocracia de seguridad, rendiría lealtad a un Erdogan que ha perdido las elecciones.
En este caso, la rabia contra Erdogan aumentaría en el interior; muchos burócratas comenzarían a trabajar con la oposición, e incluso filtrarían información secretamente a la oposición. La imagen de Erdoğan como alguien fuerte y que gana las elecciones en cualquier situación, quedaría destruida.
Si Erdogan mantiene su poder a pesar de una derrota electoral, ya no podrá amenazar fácilmente a los círculos de la oposición en su país y en los países vecinos. En particular, no podrá desafiar a Estados Unidos y Europa como solía hacer. El régimen de Erdogan se volvería aún más cobarde y vulnerable.
Las elecciones nunca han sido tan críticas en la historia de Turquía. En el pasado, independientemente de quién llegara al poder, los socios secretos del gobierno, especialmente el ejército, seguían gobernando el país debido al régimen de tutela.
Pero esta situación cambió hace tiempo. Erdogan eliminó todas las instituciones tutelares que eran eficaces en el pasado para hacerse un hueco. En las circunstancias actuales, estas estructuras no tienen ningún impacto notable en la sociedad.
Por tanto, ahora es más importante que antes llegar al poder en Turquía ganándose el consentimiento de la gente. Amplios sectores de la sociedad no obedecen a ningún poder que rechace el consentimiento popular.
La sociedad ha llegado así a un umbral crítico: o derrotamos al fascismo mediante elecciones y allanamos el camino para una nueva Turquía, o Turquía entrará en un periodo oscuro que puede durar aún más.
Los kurdos y las kurdas han estado preparados para esto durante mucho tiempo, pero la sociedad turca ha tardado mucho en enfrentarse al fascismo del AKP/MHP; pero ahora es el momento de hacerlo. Si son derrotados en las elecciones, tendrán que irse y rendir cuentas por todo el mal que han hecho.
Ahora tenemos dos tareas ante nosotros y nosotras: la primera es garantizar que todo el mundo vote, y la segunda es garantizar la seguridad de las urnas. Nuestro pueblo determinará el destino de todo el país. Es deber de todo patriota votar en estas elecciones.
Deseo éxito a todos mis amigos y amigas que supervisarán las elecciones.
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