Farah Karimi, Jefa de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, que supervisó las elecciones, afirmó que sigue preocupando la desigualdad de condiciones en la segunda vuelta de las elecciones y la falta de equidad de la campaña.

Karimi añadió que Erdogan se estaba aprovechando de la ventaja de seguir en el cargo y dijo: "En la segunda vuelta de las presidenciales, celebrada el 28 de mayo, los votantes tuvieron la oportunidad de elegir entre alternativas políticas reales y hubo una alta participación en las elecciones. Sin embargo, al igual que en la primera vuelta de las elecciones, la cobertura sesgada de los medios de comunicación y la falta de igualdad de condiciones dieron una ventaja injusta al partido gobernante. La junta electoral gestionó técnicamente la contienda con eficacia, pero las lagunas en materia de transparencia y comunicación siguieron siendo grandes".

Karimi prosiguió: "Durante la campaña, tranquila pero polémica, los candidatos pudieron hacer campaña libremente. En un entorno en el que la libertad de expresión estaba restringida, los medios de comunicación privados y públicos no pudieron garantizar la independencia editorial y la imparcialidad en sus publicaciones sobre la campaña. Esto redujo la capacidad de los votantes para elegir con conocimiento de causa. La jornada electoral transcurrió en general tranquila. Sin embargo, se observaron casos en los que algunos procedimientos fueron incompletos, especialmente durante el recuento de votos."