En la crisis del coronavirus ha quedado claro que los sanitarios son “de importancia sistemática”. En otras palabras: son indispensables para la continuidad de nuestra sociedad. En el pasado, a duras penas han recibido algún reconocimiento por ello, en cambio ahora reciben aplausos ocasionales por las noches. Sin embargo, esto no es suficiente.
La iniciativa ‘Amigos del Movimiento de Liberación Kurdo’ en Brunswick, Alemania, ha estado llevando a cabo acciones frente a los hospitales de la localidad de una tiempo hasta ahora para expresar su solidaridad con los empleados de estas instituciones porque “aplaudir no cambia nada”.
Hace dos semanas, como parte de una serie de acciones en el marco de similares campañas y comunicados tanto nacionales como internacionales, se colgaron pancartas en las vallas del hospital en Holwedestrasse haciendo visibles las perspectivas de los sanitarios y reforzando sus demandas ante los políticos.
Ayer, 1 de mayo, se llevó a cabo una acción similar en el hospital de la calle Celler. Los activistas desplegaron pancartas en las que podía leerse “No a los beneficios en sanidad” y “Por un sistema sanitario en que los intereses de empleados y pacientes sean el centro de atención”.
El grupo hizo un llamamiento a la lucha conjunta en torno al sistema sanitario poniendo el énfasis en los tratamientos, los cuidados y unas condiciones razonables de trabajo. “Esto solo puede suceder si todo el sistema de salud es liberado de la motivación lucrativa y socializado”, dijeron los activistas.
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