Los presos políticos en cárceles turcas llevan 33 días en huelga de hambre. Esta resistencia recibe apoyos de todos los rincones del mundo, con distintas muestras de solidaridad con la sociedad kurda. Los presos en huelga demandan el fin del confinamiento solitario agravado del líder kurdo Abdullah Öcalan en la isla-prisión de Imrali y de las restricciones y las violaciones de los derechos a las que se enfrentan los presos desde el comienzo de la pandemia de Covid-19. Sólo toman agua, té, azúcar, sal y vitamina B1, y sólo si tienen acceso a estos condimentos. La huelga de hambre, indefinida, la llevan a cabo de forma alterna con diferentes grupos que se relevan cada cinco días. Hace dos semanas, sin embargo, los presos alertaron de que convertirían la huelga de hambre alterna en una huelga de hambre sin alternancia en caso de que no se cumpliera con sus demandas.

La huelga de hambre en las cárceles turcas está acompañada de protestas diarias en todo el mundo. En Colonia, numerosos integrantes del Centro de la Sociedad Democrática Kurda salieron este lunes con activistas del Consejo de Mujeres Viyan para realizar una vigilia con el fin de llamar la atención sobre la huelga de hambre que se desarrolla en las cárceles turcas.

En diferentes pancartas podían leerse los mensajes “Libertad para Abdullah Öcalan” y “Posiciónate, rompe el silencio, solidaridad con los presos en huelga de hambre en Turquía”. También se difundió el mensaje de la organización paraguas kurda KON-MED por altavoces, en el que se llamaba la atención sobre la represión y el trato degradante que reciben los presos en las cárceles turcas.