En la manifestación nocturna y no-mixta de Barcelona el día 7 de marzo fueron señalados los bancos como el BBVA y otros, cómplices del Estado Turco, y hubo muestras de apoyo a la lucha de las compañeras kurdas por la liberación.
El día ocho, colectivos feministas y estructuras no-mixtas de sindicatos de la vivienda llevaron a cabo acciones descentralizadas en varios lugares de Catalunia para denunciar la complicidad y ataques de las instituciones bancarias, en concreto el BBVA, en cuanto la vivienda, la especulación y desahucios, y a la vez su complicidad con el Estado turco para ocupar Kurdistan.
Un mural reivindicaba el papel central de "las mujeres, bolleras y trans, la autodefensa feminista y la sororidad internacionalista en la lucha contra la especulación, la invasión y la expoliación de nuestros cuerpos y territorios aquí, en Rojava, en el Sáhara y en todas partes. Autodefensa feminista. Nosotras nos defendemos a nosotras. BBVA logra ganancias de la guerra y de la miseria»