Tras el suicidio del refugiado kurdo Ibrahim Ergün en el campamento de detención de Corinto, se organizaron protestas frente al parlamento griego contra la política antimigratoria de Atenas. Se pidió al gobierno de derechas que cerrara los campamentos de detención.

Se organizaron protestas frente al Parlamento griego en la plaza Syntagma de Atenas. Los activistas protestaban contra la política antimigratoria del gobierno de derechas de Grecia. El detonante de estas protestas fue la muerte del refugiado kurdo Ibrahim Ergün, que se suicidó el pasado sábado en el campamento de detención de Corinto. El joven de 24 años, procedente de la provincia kurda de Muş, al norte del país, estuvo internado en el campamento durante diecisiete meses. Antes de su detención, intentó llegar a Italia. Poco antes de su suicidio, en la vista de su caso se dio la orden de continuar su detención. Según su hermano Feyzi Ergün, esperaba ser liberado.

"Fue un asesinato"

El grupo turco-kurdo de la Alianza de Acción Grecia, junto con el Centro del Kurdistán de Atenas, había convocado una marcha por el centro de Atenas y hasta el Parlamento. Muchos grupos antifascistas y antirracistas, como la red griega KEERFA -movimiento unido contra el racismo y la amenaza fascista- se sumaron a la acción.

Se leyeron varios discursos y mensajes frente al edificio del parlamento. En un comunicado, la asociación kurda afirmó que las políticas de la UE y del gobierno griego de Kyriakos Mitsotakis y su partido Nea Dimokratia contra los refugiados y los migrantes son "racistas y discriminatorias". Cientos de personas fueron víctimas de los asesinatos aceptados por el Estado en el río Evros y en el mar Egeo. Los refugiados que consiguen cruzar las fronteras son maltratados y torturados en las comisarías y centros de detención. Ibrahim Ergün acabó con su vida en protesta por esta misma política".