Más de 300 personas, entre académicos, periodistas, directores, profesores y activistas han firmado un manifiesto llamado ‘¿Es luchar contra el ISIS socialmente peligroso?’, en el que condenan la decisión de la fiscalía de admitir a trámite la solicitud de la policía turca parta implementar vigilancia a los antiguos internacionalistas italianos que se habían unido a las YPG y YPJ y lucharon contra el ISIS.

La medida de vigilancia especial, en caso de ser aprobada por la fiscalía, incluiría la prohibición de vivir en la ciudad en la que actualmente viven los excombatientes, así como la prohibición de realizar manifestaciones y actividades políticas.

En una conferencia de prensa en la ciudad de Turín, los excombatientes David Grasso, María Edgarda Marcucci, Fabrizio Maniero y apoyados por el dibujante y director de cine Davide Ferrario, han denunciado el “claro objetivo de la sesión del lunes de castigar a los que han luchado sobre el terreno”.

Davide Grasso ha añadido que se oponen a las medidas “que atacan nuestras libertades sin juicio, sin cargos ni acusaciones. La muerte y martirio de Lonrezo Orsetti Tekoser ha copado titulares sobre la guerra librada por las SDF. El único estado que considera a las SDF una organización terrorista es actualmente Turquía y no creemos que los fiscales en Turín y Cagliari estén de hecho trabajando para el estado turco”.

Zero Calcare, otro dibujante, considera que “la guerra en Siria afecta a todo el mundo”.

“Una guerra en la que el papel de nuestro país me avergüenza. Italia no ha podido ayudar, ni con armas, dinero o un reconocimiento político de las fuerzas que luchan contra el ISIS. Lo que ha hecho Italia es vergonzante, continuar con los acuerdos económicos y vendiendo armas a Turquía”.