Desde el 8 de enero, civiles del noreste de Siria han estado realizando una vigilia en la presa de Tishrin para protegerla junto a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y las Unidades de Defensa de las Mujeres (YPJ), que se enfrentan a los ataques del ejército turco y sus mercenarios aliados llamados Ejército Nacional Sirio (SNA), que se están desarrollando desde 2024.

Diariamente, personas de diversos sectores sociales acuden a la presa para brindar apoyo moral y defenderla. Las mujeres y las madres son el núcleo de la resistencia popular. El viernes, la vigilia fue retomada por habitantes de Raqqa, Tabqa y Deir ez-Zor. Mehmûd Mihemed Elî, de 85 años y participante en la vigilia por octava vez, enfatizó que protegerán su tierra cueste lo que cueste.

En declaraciones a ANHA, Mehmûd Mihemed Elî dijo: "Apoyaremos a nuestros hijos que luchan. Por muy difícil que sea, continuaré resistiendo hasta mi último aliento. Camino con un bastón, pero aquí estoy, de pie".

Mehmûd Mihemed Elî añadió: "Mi fuerza reside en mi fe en esta tierra. Aquí hemos soportado los días más duros, el frío y enfermedades graves. Mi familia y yo hemos resultado heridos. Pero nunca nos hemos rendido y hemos permanecido en pie hasta hoy. Tenemos la moral alta; no seremos derrotados. Mi resistencia ha fortalecido a mis familiares, quienes se han unido a la resistencia. Permaneceremos aquí hasta la victoria".