En una declaración escrita sobre el conflicto en Karabaj, el Movimiento Revolucionario Unido de los Pueblos (HBDH) afirmó que el "neo-otomanismo" constituye la infraestructura ideológica del objetivo estratégico del estado fascista turco de convertirse en una potencia hegemónica regional.

Declaración HBDH 

“El dominio fascista es el aparato administrativo para la implementación de esta estrategia. Se basa en dos características: una es prevenir y aplastar el levantamiento revolucionario de los pueblos, la segunda es crear nuevas áreas de explotación y ocupación regional. El plan, que se basa en estos dos motivos, está en el centro de todas las políticas del estado fascista turco "dentro" y "fuera".

La creación de áreas coloniales basadas en la exportación de capital ya es historia. La exportación de guerra reemplazó a la exportación de capital. Todo el derecho internacional introducido en las condiciones del equilibrio de la era de la guerra fría ha perdido sentido.

Es decir, por un lado, un modo de producción que se ha convertido en una industria de guerra como forma de convertirse en una potencia regional, y por otro lado, la profundización de la crisis del capitalismo tanto como causa y como consecuencia de esta.”

Erdoğan inicia una guerra subsidiaria en Karabakh

“El estado fascista turco no logró en Siria los resultados deseados en su paso por el reparto de la riqueza subterránea del Mediterráneo, aunque sí logró ciertos avances en sus planes de asentamiento en Libia. El jefe fascista Erdogan ahora está atacando a Armenia al unirse con Azerbaiyán en nombre de la supervivencia de éste.

Aliyev quiere Karabaj por la fuerza. El estado turco se une a este ataque con las bandas yihadistas que reclutó durante los combates de invasión en Siria y Rojava, y con sus soldados de rango directo y equipo de guerra.

Estados Unidos querrá mejorar su esfera de influencia en el Cáucaso a través de Turquía para limitar la influencia rusa y detener a Irán. Mientras que Rusia, aunque es miembro de la OTAN, no renunciará a la alianza con el Estado turco. Los pueblos no tienen ningún valor para los estados imperialistas y sus extensiones regionales. Para ellos, las regiones tienen un significado geoestratégico.

Nuestros pueblos armenio y azerbaiyano no tienen ningún beneficio en esta nueva guerra. Deben negarse a participar en los enfrentamientos iniciados por sus estados reaccionarios. Deberían luchar para que Karabaj sea una patria donde nuestros pueblos armenio y azerbaiyano puedan vivir juntos.

El deber actual del AKP-MHP es fomentar la hermandad y la solidaridad entre los pueblos contra el gobierno fascista, que da cuenta de su supervivencia sembrando semillas de odio, dividiendo, destrozando y destruyendo. Organizar la resistencia unida de los pueblos turco, kurdo, armenio, azerbaiyano.

Es una prioridad tomar medidas contra los ataques racistas y fascistas contra nuestro pueblo armenio y ser una barricada contra estos. ¡Los ataques a los barrios donde vive nuestro pueblo armenio y sus valores no serán tolerados en absoluto!

Nosotros, como Movimiento Revolucionario Unido del Pueblo, no perdonaremos ningún ataque histórico o actual contra nuestro pueblo armenio y les exigiremos rendir cuentas.

La lucha unida, las prácticas revolucionarias y las altas actitudes internacionalistas de Paramaz, Hrant Dink y Nubar Ozanian son nuestro camino.”