Los activistas kurdos continúan con una sentada de protesta frente a la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra. En una acción simbólica, dieron la espalda al edificio de la ONU para protestar por su ignorancia ante sus demandas.
Desde el 25 de enero, los activistas kurdos llevan a cabo una sentada frente a la Oficina de la ONU en Ginebra para exigir la libertad del líder popular kurdo Abdullah Öcalan y llamar la atención sobre las masivas huelgas de hambre de los presos políticos en protesta por el aislamiento y las graves violaciones de derechos en las cárceles turcas.
Los activistas reanudan su protesta en una tienda de campaña que instalan frente a la Oficina de la ONU en Ginebra todos los miércoles. La acción de esta semana ha sido liderada por kurdos de Solothurn. En protesta por la ignorancia de las Naciones Unidas ante las demandas del pueblo kurdo, los participantes dieron simbólicamente la espalda al edificio de la ONU.
En su intervención, el copresidente del Centro de la Comunidad Kurda de Ginebra, Salih Sağlam, dejó claro que la libertad del líder kurdo Abdullah Öcalan era la principal demanda del pueblo kurdo.
Sağlam dijo: "Los estados europeos que se enorgullecen de los llamados derechos humanos mantienen su silencio ante la tortura de aislamiento que atenta contra la voluntad del pueblo kurdo. Protestamos contra este silencio y anunciamos que seguiremos saliendo a la calle en todos los lugares donde nos encontremos, reivindicando la campaña "Tiempo de Libertad", hasta que se consiga la libertad de nuestro líder, nuestra única reivindicación.
