La vigilia iniciada el 12 de octubre en la ciudad francesa de Estrasburgo para protestar por el silencio de la opinión pública internacional contra el aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, continúa en su última semana. La juventud kurda y los internacionalistas han tomado el relevo en la vigilia esta semana, después del Movimiento de Mujeres Kurdas en Europa (TJK-E) y el Congreso de Sociedades Democráticas Europeas (KCDK-E).
La juventud kurda e internacionalista entregó hoy a las representaciones permanentes de los países miembros del Consejo de Europa expedientes informativos sobre el tema. El documento trata del aislamiento total de Abdullah Öcalan, la historia de su deportación a Turquía hace 21 años, su lucha y sus ideas políticas.
Al entregar los expedientes, los jóvenes activistas también señalan las condiciones inhumanas de detención de los presos políticos en Turquía y especialmente en la prisión insular de Imrali.
La traición como medio de autodestrucción en la historia kurda
Se hizo una declaración en el lugar de la manifestación frente al Consejo de Europa sobre los actos del partido de Barzani, el KDP, en el Kurdistán del Sur. Los activistas condenaron la colaboración del KDP con Turquía y dijeron: "Como pueblo kurdo, estamos en un proceso de ajuste histórico con el colonialismo y el fascismo turcos. Exactamente en este momento, la traición que siempre ha llevado a las mayores pérdidas en la historia kurda se nos está imponiendo de nuevo".
En cuanto al despliegue de unidades peshmerga del KDP en la zona de Gare después de Zînê Wertê, la declaración decía: "Decidir reunir fuerzas militares en las zonas guerrilleras en el aniversario de la muerte de Heval Bêrîtan sólo puede hacerse por aquellos que quieren atacar esta lucha en lugar de contribuir a ella".
La juventud tiene una postura clara sobre la concentración de tropas en Gare y el consiguiente intento de fomentar una guerra interna en el Kurdistán del Sur, según la declaración, que instaba a la juventud kurda que vive en Europa a unirse y protestar contra los ataques.