La cuestión de los derechos de las mujeres y el acceso al aborto se está situando junto al derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo como parte de la agenda política a la que se oponen los unionistas de Irlanda del Norte.

Después de la eliminación de los artículos sobre el aborto que figuraban en la constitución de los 26 condados de la República de Irlanda, el Sinn Fein se ha unido a la campaña a favor del derecho al aborto para exigir cambios en Irlanda del Norte. Irlanda del Norte es el único territorio en Irlanda o Gran Bretaña en la que se mantiene una prohibición total del aborto.

Después de recibir felicitaciones de alrededor del mundo por el cambio constitucional en Irlanda, el gobierno de Dublín ha dicho que el referéndum marca el camino de lo que debiera suceder en Irlanda del Norte.

Pero el DUP ha dicho que no serán presionados a cambiar las leyes que prohíben el derecho al aborto en el norte. La posibilidad de la vuelta de la instituciones bilaterales con Belfast se ha visto también afectada y es ahora más improbable que antes.

Michelle O’Neill, la líder del Sinn Fein en el norte ha dicho que Irlanda del Norte se estaba convirtiendo en un país atrasado en algunas cuestiones, y que su partido quiere que el Parlamento de Stormont legisle sobre la materia.

La líder del Sinn Fein, Mary Lou McDonald ha dicho que las mujeres del norte no pueden ser “dejadas a la deriva” después del referéndum sobre el aborto en la República de Irlanda, y dijo que la nueva legislación permitirá a las mujeres de Irlanda del Norte acceder a los servicios abortivos al sur de la frontera.

McDonald ha dicho que sería impensable que si una mujer en un pueblo de frontera como Dundalk puede acceder al aborto, una mujer que viva “subiendo la calle” en Newry no pueda. También ha afirmado que se sentía “particularmente movida” por la implicación en la campaña a favor del cambio constitucional de los 6 condados que conforman la región de Irlanda del Norte.

Una protesta ecléctica tuvo lugar frente a los juzgados de Laganside en Belfast y ha puesto el foco sobre la nueva campaña. Activistas feministas del grupo socialista Rosa se vistieron como sirvientas y miraban como unas ‘pildoras abortivas’ eran entregadas por robots controlados desde Holanda, donde el aborto es legal, y eran luego tragadas por las mujeres en un acto de desobediencia civil. El PSNI confiscó los robots y las píldoras.

El Sinn Fein ha dicho que la cuestión del aborto también había hecho crecer la exigencia de un referéndum para los 6 condados sobre una Irlanda unida con algunas cuestiones constitucionales adquiriendo una importancia relevante.