La campaña Peace in Kurdistan ha emitido una declaración en solidaridad con el Partido Democrático de los Pueblos (HDP).
La declaración dice lo siguiente: “En Turquía, el Estado maneja el sistema judicial como una espada. Durante décadas, el Estado ha utilizado el poder judicial como una herramienta política, pero ahora estamos entrando en una época nueva y despiadada.
El 7 de junio de este año, el fiscal jefe presentó su acusación para ilegalizar el HDP, el tercer partido político más grande de Turquía. Un partido que representa la voluntad política democrática de más de 6 millones de personas.
El 7 de junio es una fecha significativa y dolorosa para Erdogan porque ese día en 2015 perdió su mayoría parlamentaria, ya que el HDP obtuvo 81 escaños, superando el umbral electoral del 10 por ciento, y ganando por primera vez escaños en el Parlamento turco para un partido pro-kurdo”.
Peace in Kurdistan agrega: “Desde entonces, Erdogan se ha propuesto vengarse, embarcándose en una campaña sistemática de represión contra el HDP que incluye detenciones masivas de miembros y representantes electos, el levantamiento de la inmunidad parlamentaria de los diputados, la confiscación de municipios y el ‘juicio de Kobane’, que culminó con la petición al Tribunal Constitucional de Ankara el 7 de junio de ilegalizar el partido.
Estamos con el HDP en esta batalla por la supervivencia, y también con las personas que sabemos que seguirán luchando aunque se ilegalice el HDP.
Muchas de las acusaciones contra el HDP se basan en las protestas celebradas en 2014 en solidaridad con el pueblo de Kobane contra el ISIS y contra el embargo de Turquía al norte de Siria, durante las cuales cincuenta personas fueron asesinadas por la policía turca. Estas protestas son objeto de una causa judicial en curso iniciada contra políticos del HDP, entre ellos los ex co-presidentes Selahattin Demirtaş y Figen Yüksekdağ, a los que se acusa injustamente de ‘terrorismo’ por su supuesto papel en estas protestas”.
La declaración continúa: “El HDP representa una amplia coalición de muchos elementos diversos de la sociedad turca, y sus políticas progresistas de defensa de los marginados, de apoyo a los derechos de los trabajadores, de compromiso central con la igualdad de género y su programa para una nueva Constitución democrática sobrevivirán sea cual sea el resultado de este farsa de juicio. Sin embargo, la situación ahora es crítica; ahora es el momento de estar con el HDP, y con todas las personas que luchan por una alternativa democrática en Turquía".
Peace in Kurdistan ha hecho un llamamiento para que “todos los partidos relevantes amplíen sus críticas contra los abusos de los derechos humanos por parte de Turquía y se nieguen a blanquear a este país permaneciendo en silencio sobre esta cuestión.
Animamos al Consejo de Europa a que tome medidas concretas para presionar a Turquía para que cumpla la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y libere a Selahattin Demirtaș inmediatamente.
A suspender el acuerdo comercial con Turquía y no permitir un trato preferente en los acuerdos comerciales a menos que se produzca una mejora real de la situación de los derechos humanos.
A poner fin a todas las ventas de armas a Turquía, incluidas las piezas de repuesto para el mantenimiento de las ventas anteriores.
A utilizar sanciones selectivas contra dirigentes políticos y empresas cómplices de abusos contra los derechos humanos”.