Desde principios de año, más de un centenar de activistas kurdos han sido detenidos en Rojhilat. El PJAK (Partiya Jiyana Azad a Kurdistanê / Partido por una Vida Libre en el Kurdistán) protestó frente al parlamento holandés en La Haya contra esta ola de represión y las violaciones de los derechos humanos del régimen iraní.
Los portavoces de la acción señalaron que, además de los kurdos, otros grupos de población están siendo oprimidos en Irán. Dado que los kurdos luchan por sus derechos, se ven especialmente afectados por la represión. Cualquier reivindicación de derechos puede acarrear años de cárcel. Las detenciones se dirigen contra mujeres, artistas y activistas medioambientales, entre otros. La comunidad internacional no debe callar ante esto, dijo un portavoz y pidió al gobierno holandés que actuara.
La oleada de detenciones contra activistas kurdos en 13 ciudades diferentes de Irán comenzó el 9 de enero y no ha cesado desde entonces. Más de un centenar de personas fueron detenidas, la mayoría en grupo. Algunas de ellas han sido puestas en libertad bajo fianza; las demás siguen detenidas.