“Tempo di speranza”, un concierto para el pueblo kurdo en Roma
“Tempo di speranza” es un evento dedicado al pueblo kurdo que tendrá lugar en Roma el próximo domingo 18 de septiembre.
“Tempo di speranza” es un evento dedicado al pueblo kurdo que tendrá lugar en Roma el próximo domingo 18 de septiembre.
El domingo 18 de septiembre, en el parque Schuster en Ostiense, Roma, actuarán varios artistas italianos y un grupo musical kurdo en apoyo de la historia, la tradición y el modelo social que conserva y propone la población del Kurdistán. A partir de las 18:00 horas subirán al escenario Daniele Silvestri, Fiorella Mannoia, Elio Germano, Giacomo Bevilacqua y Michele Zerocalcare (+ invitado especial), Pierpaolo Capovilla y los Bad Masters, Hani Mojtahedy & the Moon, Punkreas, The Andre y Anna Favella.
Se trata de un día de celebración, de agregación, de cultura y de música que, al mismo tiempo, busca denunciar una vez más las injusticias llevadas a cabo por los estados nacionales, así como por organizaciones terroristas como el ISIS, contra las poblaciones que viven en Turquía, Irak, Irán y Siria.
“El pueblo kurdo ha sufrido desde al menos el final de la Primera Guerra Mundial una diáspora y una represión fruto del nacionalismo y el racismo”, declaró Paolo Noise, guitarrista de Punkreas. “Siempre nos hemos solidarizado con la lucha de liberación del pueblo kurdo. En Rojava se está llevando a cabo un experimento político y una resistencia contra el ISIS”.
Para Fiorella Mannoia “el objetivo de esta velada es llamar la atención sobre el destino de un pueblo valiente. Es una historia de diáspora y represión. En los últimos años, las potencias mundiales utilizaron a los kurdos para luchar contra el avance del ISIS, que amenazaba nuestra seguridad. Lo hicieron, hombres y mujeres valientes combatientes evitaron el avance del ISIS. Y a cambio se les prometió ayuda, pero al final se vieron traicionados de nuevo. Se les niega su lengua, su cultura, el derecho a vivir según su modelo de sociedad. Estaremos todos juntos para pedir que se libere a Öcalan y a los demás presos del PKK tras más de 20 años de cárcel, convencidos de que se puede abrir un diálogo de paz en una zona en que la guerra ha estado presente durante demasiado tiempo. Estar al lado del pueblo kurdo es un deber. Al igual que es un deber estar al lado de todos los pueblos que se ven privados de la dignidad de vivir en paz en su país”.