Según la información recibida, los soldados turcos y sus aliados mercenarios han secuestrado a más de 300 civiles en la ciudad en los últimos dos días.

Los invasores exigen rescate a las familias por la liberación de los civiles secuestrados.

A principios de julio, al menos 10 civiles fueron secuestrados en el distrito de Mabata, mientras que cuatro civiles fueron secuestrados en la aldea de Gulikê ese mismo día.

El 29 de junio se informó de que los ocupantes habían allanado casas en la provincia de Mabeta. Sólo en estas incursiones, fuentes locales informaron de que unos 300 civiles, incluidos niños y mujeres, fueron secuestrados.

Afrin está bajo la ocupación del Estado turco y de sus aliados mercenarios. Los ataques contra la ciudad y la región comenzaron el 20 de enero de 2018 y la invasión de la ciudad por tierra se llevó a cabo el 18 de marzo.

Desde la invasión, se han cometido sistemáticamente crímenes de guerra en la región. La estructura demográfica de la región está cambiando y delitos como la confiscación de propiedades de la población local, el secuestro de civiles para pedir rescate, la tortura o las ejecuciones se han cometido a diario.