En una declaración escrita, la Administración Autónoma de Shengal ha señalado que se están produciendo cambios significativos en el mundo y en Oriente Medio, y ha mostrado su preocupación por la situación de los yazidíes y de Shengal. Ha recordado los ataques genocidas y las masacres a las que fueron sometidos los yazidíes en el siglo XXI y ha denunciado que su situación apenas se debatió en la reunión a la que asistieron los países de la región el 28 de agosto.
La Administración Autónoma ha afirmado que calificaron de “muy importantes” las valoraciones del presidente francés Emmanuel Macron: “Macron había prometido visitar la comunidad yazidí y Shengal. ¿Por qué no se hizo esta visita?”
Además, la Administración Autónoma tiene la sospecha de que los gobiernos de Bagdad y Hewler desempeñaron un papel en la cancelación de la visita de Macron a Shengal. “Todo el mundo sabe por qué no se pudo reconstruir Shengal y quién impidió el regreso de los desplazados internos. El Sr. Macron también señaló esta situación. Sin embargo, lo que dijo Macron no debe quedar en una declaración, sino que debe ponerse en práctica. En particular, el Estado turco, que trata de expulsar a los yazidíes de Shengal con sus ataques, debe rendir cuentas. Los derechos de los yazidíes no pueden garantizarse mediante declaraciones de prensa. La comunidad internacional debe hacer esfuerzos por los derechos de los yazidíes”.
La Administración Autónoma ha señalado que a los yazidíes de los campamentos de refugiados no se les ha permitido regresar a Shengal desde hace siete años. “Nuestra gente es maltratada en los campamentos bajo la administración del KDP. El 30 de agosto, nuestra gente en el campamento de Qadiya fue expuesta a un ataque aéreo de Turquía. Ofrecemos nuestras condolencias a las familias de los mártires y deseamos una rápida recuperación a los heridos”.
Finalmente, ha señalado que los medios de comunicación y las instituciones pro-KDP están tratando de legitimar este ataque y se ha preguntado por qué las Asayiş (fuerzas de seguridad locales) y otras instituciones de seguridad no protegieron a la gente. Según ha publicado en su declaración, el KDP afirmó que se trataba de una “explosión de una mina” sin que se llevara a cabo ninguna investigación sobre el ataque en el campamento. En este sentido, la Administración Autónoma ha instado a la ONU y al gobierno iraquí a que investiguen la explosión y revelen los resultados al público.
La Administración Autónoma ha señalado además que “es hora de volver a Shengal y construir un Shengal libre”.