El KCDK-E afirmó que, utilizando como pretexto el reciente acuerdo de seguridad firmado entre Irak y Turquía, las autoridades han bloqueado de hecho el acceso al agua, la electricidad, el alojamiento y los servicios sanitarios dentro del campamento. El comunicado señalaba: “El acceso a las necesidades humanitarias básicas se ha vuelto imposible.”

Asimismo, el KCDK-E recordó que las fuerzas de seguridad iraquíes han “rodeado el campamento en numerosas ocasiones” y que una delegación de representantes del campamento fue detenida por la fuerza.

El KCDK-E explicó que el campamento de Makhmur fue establecido en 1998 por civiles desplazados por la fuerza durante las evacuaciones de aldeas llevadas a cabo en el Kurdistán del Norte en los años noventa, y que fue puesto bajo la protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ese mismo año. “El embargo impuesto por el Estado turco y el gobierno iraquí es inaceptable, especialmente teniendo en cuenta que el campamento permanece bajo supervisión de Naciones Unidas”, denunció el comunicado, subrayando que, a pesar de que la administración del campamento ha presentado una denuncia formal ante la ONU, los problemas no solo han continuado, sino que se han agravado con el tiempo.

El KCDK-E formuló las siguientes demandas:

• Levantamiento del bloqueo: acceso inmediato y sin restricciones a todas las necesidades básicas, incluido el agua, la electricidad y los servicios sanitarios.

• Reconocimiento del estatus de refugiados políticos: reconocimiento oficial de los residentes del campamento como “refugiados políticos”.

• Intervención internacional: llamado a las Naciones Unidas para que “cumpla su papel” advirtiendo formalmente al gobierno iraquí y a las autoridades regionales.

El KCDK-E también hizo un llamamiento a la comunidad internacional, y en particular a la diáspora kurda en Europa, a mostrar solidaridad con Makhmur.