Las revueltas se han extendido por todo Irán desde el asesinato de Jina Mahsa Amini, de 22 años, bajo la custodia de la llamada policía de la moral en Teherán, el 16 de septiembre.

A pesar de los atentados mortales, las presiones y las amenazas de las fuerzas del Estado, las protestas se suceden desde hace unos dos meses sin interrupción.

La Organización de Derechos Humanos del Kurdistán (KMMK) ha publicado su informe de 55 días sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado iraní contra los manifestantes en Rojhilat, el Kurdistán iraní. El informe revela que Irán está violando los derechos humanos de sus ciudadanos de forma diaria y sistemática.

El informe indica que al menos 775 personas, 130 de ellas mujeres, fueron detenidas durante los 55 días de protestas en Rojhilat. Sin embargo, se estima que las cifras reales son mucho mayores.

“Continúa la represión sistemática del gobierno de la República Islámica de Irán que mata a los manifestantes. Tras la muerte de Amini, la represión gubernamental y los feminicidios se han extendido a todas las ciudades de Irán, incluidas Seqiz y Diwandere, en Rojhilat. Las fuerzas estatales iraníes han atacado directamente a los ciudadanos, especialmente en todas las ciudades de Rojhilat. Según la información disponible, 67 manifestantes murieron y más de 37 resultaron heridos”, señala el informe.

Según organizaciones de derechos humanos y fuentes de la oposición, entre 300 y 550 personas han muerto, decenas de miles han sido detenidas y miles han sido arrestadas en todo Irán. Hay informes que indican que algunos de los activistas han sido condenados a muerte en juicios amañados.

Las imágenes que circulan por las redes sociales muestran que las protestas continúan en decenas de ciudades de todo Irán.