Las tensiones en el barrio de Newroz, en Kirkuk, llegaron anoche a un punto de ebullición, cuando hombres armados no identificados atacaron a un grupo de ciudadanos kurdos en medio de una disputa por los intentos de expulsión llevados a cabo por el ejército iraquí.
No hubo que lamentar víctimas. El barrio, situado en la capital del Kurdistán iraquí, ha sido un foco de protestas contra los intentos de asentamiento de árabes no autóctonos, y sus residentes se han resistido con vehemencia a las órdenes de evacuación.
La situación se agravó en Newroz la semana pasada, cuando se desplegaron vehículos del ejército iraquí para evacuar a las familias de la zona residencial. La razón aducida fue que la zona pertenecía al Ministerio de Defensa y las casas, construidas en terrenos no autorizados, habían sido reclamadas por el Ministerio del Interior iraquí.
La disputa sobre la propiedad de estas casas se remonta a un periodo posterior a 2003, cuando Paul Bremer, administrador de la Autoridad Provisional de la Coalición, las declaró propiedad del Ministerio de Finanzas iraquí. El antiguo Consejo Provincial de Kirkuk emitió un decreto por el que concedía a las familias el derecho a permanecer en sus casas a la espera de una resolución legal.
En respuesta a la indignación de la comunidad por los intentos de evacuación, el miércoles el primer ministro iraquí, Mohammed Shia' al-Sudani, emitió una directiva en la que ordenaba al Ministerio de Defensa retirar sus fuerzas de Newroz, poniendo fin oficialmente a la orden de evacuación. Sin embargo, los informes sugieren que el ejército ha mantenido su presencia, a pesar de que la policía local ha tomado el control de la zona.
El jueves por la noche, el ejército iraquí asaltó varias casas del barrio de Newroz y detuvo a tres kurdos. Los detenidos fueron puestos en libertad esa misma noche.