Bayık: “Ahora enfrentamos responsabilidades aún mayores que en el primer congreso”

Cemil Bayık afirma que sus responsabilidades hoy son más pesadas que las de los fundadores en su día, y pide actuar en línea con el camino trazado por Abdullah Öcalan.

DISOLUCIÓN PKK

El XII Congreso del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se celebró con éxito del 5 al 7 de mayo en las Zonas de Defensa de Medya, y las decisiones del congreso se dieron a conocer al público el 12 de mayo.

En el congreso, convocado tras el llamamiento del presidente Öcalan a la paz y una sociedad democrática del 27 de febrero, Cemil Bayık, co-presidente del Consejo Ejecutivo de la Confederación de Comunidades del Kurdistán (KCK), declaró: “El presidente Öcalan busca ahora resolver la crisis de libertad y democracia de la humanidad mediante un nuevo paradigma y un nuevo manifiesto”.

Cemil Bayık continuó sus comentarios de la siguiente manera: “Ante todo, expreso mi respeto y lealtad al presidente Öcalan. En nombre de los camaradas Fuat y Riza, conmemoro a todos los mártires del PKK y a todos los mártires de la libertad y la democracia con profundo respeto y reverencia.

Si hoy el pueblo kurdo, las mujeres kurdas, el presidente Öcalan y su línea política son aceptados en todo el mundo, si son vistos como un ejemplo y una fuente de esperanza, es el resultado del primer manifiesto.

Nuestra tarea fundamental hoy es, sin duda, comprender. Con este congreso, el presidente Öcalan nos ha presentado un nuevo manifiesto. A pesar de todas las deficiencias y errores, lo llevamos a cabo. Y gracias a él, logramos muchos resultados. Esta es la verdad. Nadie puede negarla. Solo alguien sin conciencia la negaría. Toda persona con conciencia conoce los resultados de la lucha liderada por el presidente Öcalan. Esta lucha no fue solo por el pueblo kurdo ni por las mujeres kurdas, sino por toda la humanidad, por todas las mujeres. Los resultados son monumentales. En esas condiciones, con ese manifiesto, se fundó el PKK y se lanzó la lucha. Era el camino correcto. Dio identidad tanto al pueblo kurdo como a las mujeres kurdas. Si hoy el pueblo kurdo, las mujeres kurdas, el presidente Öcalan y su línea política son aceptados en todo el mundo, si son vistos como un ejemplo y una fuente de esperanza, es el resultado de ese manifiesto. Esto también se afirma en el informe del Comité Central del PKK.

Este movimiento se fundó sobre una base correcta y libró una lucha genuina. Puedo decir con orgullo que formé parte de él. Por supuesto, al decir esto, no ignoro ni oculto las deficiencias ni los errores. Ni pretendo hacerlo. Sería algo completamente distinto. Pero tenemos una historia honorable. Y esta historia, con todos sus defectos y errores, ha creado un milagro y un profundo valor no solo para el pueblo kurdo, sino para toda la humanidad. Esta es la verdad.

El presidente Öcalan se opuso con la mayor firmeza a los errores y deficiencias dentro del PKK. Si bien también se opuso a los externos, el núcleo de su lucha se desarrolló dentro del PKK.

Toda la lucha del presidente Öcalan tuvo como objetivo crear un pueblo que, bajo cualquier circunstancia, abrazara y luchara por su libertad. Lo logró con enorme sacrificio y dolor, y sobre todo, a pesar de la profunda incomprensión dentro del propio PKK. Quería poner en primer plano la cuestión kurda y la realidad del pueblo kurdo, y buscó resolverla por medios democráticos y políticos. Dio muchos pasos en este sentido. Pero hubo innumerables intervenciones, tanto dentro como fuera del PKK, destinadas a impedir que esos pasos tuvieran éxito. Puedo decirlo con claridad: el presidente Öcalan se opuso con la mayor firmeza a los errores y deficiencias dentro del PKK. Si bien también se opuso a los externos, el núcleo de su lucha se desarrolló dentro del PKK. Esto se debe a que comprendía profundamente lo que el sistema capitalista y la OTAN habían hecho a la sociedad y al individuo kurdos. No se podía librar una lucha por la libertad y la democracia en el Kurdistán con un pueblo moldeado por ese sistema. Simplemente no era posible. El presidente Öcalan hizo esta afirmación desde el principio. A partir de ahí, desarrolló una teoría, una ideología y una filosofía. Sobre esta base, moldeó el liderazgo, la organización, los militantes y la sociedad.

La lucha por la libertad y la democracia en Kurdistán solo podía avanzar sobre esta base. Por eso era necesaria la transformación de la sociedad y del individuo kurdos. Sin un cambio de mentalidad en el pueblo y en las personas, jamás habría surgido una auténtica lucha por la libertad y la democracia. Este movimiento no se habría convertido en una fuente de esperanza para el pueblo kurdo ni para la humanidad. Por eso, desde sus inicios, se basó en una militancia abnegada y una fuerza de voluntad. La lucha se desarrolló sobre esta base. Desde Ankara hasta Imrali, el presidente Öcalan ha continuado esta lucha sobre la misma base. Incluso dijo desde Imrali: ‘Solo pido que se cambie una condición. Además, tengo la capacidad teórica y práctica y el poder para llevar este asunto a un plano político y legal’”.

Este movimiento se basa en la voluntad y la militancia abnegada. Ha dedicado todo su esfuerzo al servicio del presidente Öcalan. Esta es la base de nuestra participación. Porque así es como nos unimos al movimiento. Dado que nuestra participación se basa en este fundamento, debemos apoyar al presidente Öcalan en todos los sentidos. Somos y seremos militantes abnegados hasta el final. Llevamos con nosotros y nosotras la valentía y el espíritu de sacrificio. El propio presidente Öcalan lo dijo hace mucho tiempo. Y ahora, esta es la tarea que tenemos por delante. ¿Cómo podemos llevar el pensamiento del presidente Öcalan al mundo? ¿Cómo podemos impulsar su comprensión del socialismo a escala global? Porque el nivel alcanzado por el presidente Öcalan ya no se limita al primer manifiesto. El segundo manifiesto lo ha universalizado. Debemos comprender esto profundamente. Debemos comprenderlo como presidente. Öcalan actúa en consecuencia y lo pone en práctica.

El presidente Öcalan siempre ha considerado los problemas del movimiento y de la sociedad como propios y ha basado sus acciones en cómo resolverlos. El amor y la lealtad que existen dentro del movimiento y entre la gente hacia el presidente Öcalan se construyeron sobre esta base. Por mucho que el enemigo intente difamar al presidente Öcalan, ha fracasado. La razón por la que este amor por el presidente Öcalan se ha extendido por todo el mundo es precisamente esta. Mi objetivo es cómo podemos llevar a cabo el proceso trazado por el presidente Öcalan de la manera correcta. Si no queremos que este movimiento vuelva a caer en deficiencias y errores, y lo digo especialmente por mí y por todas y todos los camaradas que participaron en este congreso y somos los fundadores de esta nueva etapa. Precisamente por ello, debemos comprender nuestros deberes y responsabilidades tal como los ha planteado el presidente Öcalan y ponerlos en práctica. Las tareas que tenemos por delante son, por lo tanto, extremadamente importantes y trascendentales. No son como las responsabilidades de los fundadores y fundadoras del primer congreso. Son aún mayores y más importantes.

Nuestros deberes y responsabilidades han aumentado aún más. Debemos estar a la altura de las circunstancias.

También existen peligros. No solo debemos ser conscientes de nuestros deberes, sino también reconocer las amenazas que enfrentamos. Y la única manera de eliminarlas es cumpliendo con nuestros deberes y responsabilidades. Si no lo hacemos, el objetivo del enemigo será borrar todo lo que el PKK ha hecho por el pueblo kurdo y por el Kurdistán. Este movimiento fue presentado al pueblo kurdo por el presidente Öcalan. Si el pueblo kurdo goza hoy de respeto internacional, es el resultado de la lucha que desarrolló el presidente Öcalan y de su histórica intervención. Y hoy, sobre esa base, está construyendo una intervención aún más profunda e histórica. Desde el principio, con el paradigma y el manifiesto originales, buscó exponer la cuestión kurda, ayudar a todos y a todas a comprenderla y desarrollar una solución basada en esa comprensión. Puedo decir que, a pesar de todos los errores y deficiencias, este objetivo se logró. Ahora, con un nuevo paradigma y un nuevo manifiesto, el presidente Öcalan busca resolver los problemas de la libertad y la democracia para toda la humanidad. Esto significa que nuestros deberes y responsabilidades han aumentado aún más. Debemos estar a la altura de las circunstancias. El llamamiento del presidente Öcalan se basa en este principio. Sobre esta base, les deseo éxito a todos y a todas”.

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