Las personas que perdieron la vida en la campaña de genocidio 'Anfal' de Saddam Hussein contra los kurdos en el sur de Kurdistán (norte de Irak), fueron conmemoradas en el 34 aniversario.

El genocidio kurdo tuvo lugar de febrero a septiembre de 1988. El dictador iraquí Saddam Hussein dio la orden de la campaña, que fue llevada a cabo por su primo, Ali Hasan Al Majid. Más de 180 mil civiles kurdos fueron asesinados en el proceso. El ataque genocida más grande de la campaña fue el ataque químico en Halabja el 16 de marzo de 1988.

El 14 de abril fue declarado como el día del recuerdo del genocidio kurdo en Kurdistán del Sur.

Este año, los eventos de conmemoración tuvieron lugar en muchas ciudades el jueves. La Asociación de Mártires de Halabja y Víctimas de Anfal colocó una ofrenda floral en el monumento al genocidio al conmemorar el 34 aniversario del genocidio.

“Hacemos un llamado a los gobiernos regionales de Irak y Kurdistán para que tomen en serio la masacre de Anfal. También instamos al gobierno iraquí a acatar la decisión del parlamento iraquí de reconocer la campaña de Anfal como genocidio y pagar una compensación a las víctimas”, dijo Kameran Mustafa, director general de la Asociación de Mártires de Halabja y Víctimas de Anfal, durante la ceremonia.

Se llevó a cabo además una ceremonia frente al monumento Anfal en el distrito Chamchamal de Sulaymaniyah. Se leyeron mensajes de los representantes de muchas instituciones y de los familiares de las víctimas. Durante la ceremonia también se exhibió una exposición.

El Movimiento por la Libertad de Kurdistán (Tevgera Azadî ya Civaka Kurdistanê) emitió una declaración escrita para conmemorar el 34 aniversario del genocidio, diciendo: “Hasta ahora, los gobiernos kurdos no han logrado que la campaña de Anfal sea reconocida como un genocidio en todo el mundo. Irak debe ser juzgado en un tribunal internacional para evitar más genocidios”.

“Como Tevgera Azadi, apoyamos las demandas de las víctimas de la campaña de Anfal. Necesitamos expresar las demandas de nuestro pueblo y unirnos contra la ocupación, en lugar de colocar coronas de flores en los monumentos todos los años, para que los kurdos no sean objeto de más masacres”, agrega el comunicado.

Los y las sobrevivientes del genocidio en Germiyan declararon que no participarían en los eventos de conmemoración organizados por el gobierno, alegando que los perpetradores no fueron castigados ni protegidos.

La gente fue a la prisión de Nugre Selman, donde muchos patriotas kurdos fueron encarcelados y asesinados durante la campaña genocida para hacer un servicio conmemorativo.