Día Internacional de la Mujer: Un clamor por la justicia
"Somos los engranajes que hacen que el mundo se mueva y debemos exigir el lugar que nos corresponde entre la humanidad", dice la Comisión de la Mujer de la KNK.
"Somos los engranajes que hacen que el mundo se mueva y debemos exigir el lugar que nos corresponde entre la humanidad", dice la Comisión de la Mujer de la KNK.
La Comisión de la Mujer del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) publicó una declaración con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
"Hagamos que todos los días sean 8 de marzo. El futuro sólo se puede salvar si es femenino", dice la declaración del KNK, que incluye lo siguiente:
"Las guerras aumentan en todo el mundo, y con el conflicto entre Rusia y Ucrania la carnicería ha llegado a territorio europeo. Los acontecimientos políticos también muestran que la libertad y la democracia están amenazadas, junto con sus pilares fundacionales del derecho internacional, los derechos humanos, los derechos de la mujer y la soberanía del Estado. En esta nueva era, reina la ley del más fuerte.
La explotación y la opresión debidas a la crisis del sistema capitalista fueron la génesis del 8 de marzo y de la lucha internacional de las mujeres. Al igual que en el siglo XX, las mujeres ya no esperan nada de los Estados y del patriarcado, pues saben que éstos son la causa de su sometimiento. El 8 de marzo, por tanto, es un símbolo de la rebelión y la revolución de las mujeres contra todo tipo de sistemas opresivos.
En el Kurdistán, todos los días son 8 de marzo
El 8 de marzo es un día internacional de lucha contra las guerras patriarcales, capitalistas y nacionalistas. Sin embargo, todos los días deben ser vividos como el 8 de marzo, ya que los otros 364 días del año también merecen nuestro compromiso inquebrantable por la igualdad. Las potencias hegemónicas del mundo que esperan matar de hambre las almas de las mujeres kurdas no ganarán. Su opresión ha provocado un renacimiento, que se extenderá no sólo por el Kurdistán, sino por todo Oriente Medio y luego por el mundo. De hecho, todas las mujeres del mundo comparten un vínculo común en esta lucha y cualquier victoria para una de nosotras, es un triunfo para todas. Pero no debemos esperar que la libertad y la paz nos sean dadas sin más, debemos aprovecharlas con todo nuestro espíritu.
Mujeres kurdas: La doble opresión requiere una doble revolución
El análisis político del movimiento de mujeres kurdas, que surgió como resultado de la estrategia y el análisis político del líder kurdo Abdullah Ocalan, ha preparado a las mujeres kurdas para las convulsiones del siglo XXI. Las mujeres kurdas aprendieron de la trágica historia del Kurdistán que tienen que librar una doble lucha, ya que las potencias coloniales que ocupan el Kurdistán utilizaron el genocidio contra su identidad étnica y el feminicidio contra la identidad de género.
El movimiento de mujeres kurdas habla del feminicidio como una guerra integral y estructuralmente anclada contra las mujeres, tanto en el conflicto armado como en la vida cotidiana. Esta guerra tiene lugar tanto a nivel militar físico como a nivel ideológico, social y psicológico. Por ello, el movimiento de mujeres kurdas lleva años pidiendo a la ONU que reconozca el feminicidio como una forma de genocidio.
Debido a esta estrategia de doble revolución, las mujeres kurdas están decididas a oponerse al nacionalismo de la élite gobernante y al dominio masculino dentro de la sociedad kurda.
El movimiento de las mujeres kurdas ha demostrado su capacidad para derrotar la misoginia de los mercenarios terroristas como el ISIS, al tiempo que contrarresta la hegemonía de las potencias regionales y mundiales que esperan controlar el Kurdistán y Oriente Medio. A diferencia de otros movimientos de liberación, el principio de que los kurdos sólo pueden ser verdaderamente libres cuando las mujeres kurdas son libres, ha llevado a una auténtica revolución social en todo el Kurdistán.