En la mañana del 20 de mayo, las tropas iraquíes, apoyadas por un gran número de policías, tomaron medidas para rodear el campamento de refugiados de Makhmur con alambre de púas y torres. Las y los residentes del campamento han estado resistiendo a las fuerzas iraquíes desde su acción para convertir el campo en una prisión abierta.

La actividad militar alrededor del campamento aumentó en el tercer día de resistencia de las y los residentes.

Según informes sobre el terreno, la carretera de la ciudad de Baqirte que conduce al campamento ha sido cerrada al tráfico.

Están llegando informes de refuerzo militar al campamento, alrededor del cual las tropas iraquíes han comenzado a cavar trincheras con excavadoras.

Todas las entradas y salidas del campo, donde residen unos 12 mil refugiados, han sido cerradas por el ejército iraquí. El bloqueo está poniendo en peligro la vida de los residentes del campamento donde hay muchos refugiados gravemente enfermos.

El campamento de Makhmur ya ha estado bajo un estricto embargo por parte del KDP desde el 17 de julio de 2019. Las y los residentes del campamento no pueden ingresar a las ciudades del sur de Kurdistán y satisfacer las necesidades básicas desde el exterior. Numerosas personas ya han perdido la vida a causa del embargo.

En los últimos años, intentos similares de cercar el campamento con alambre de púas han fracasado debido a la resistencia de la gente. El campamento de Makhmur está ubicado a unos 60 kilómetros al suroeste de Hewlêr (Erbil), la capital de la región del Kurdistán de Irak. Más de 12.000 personas viven en el campamento. La mayoría de ellos se vieron obligados a abandonar sus aldeas en el norte de Kurdistán en la década de 1990 debido a la represión del estado turco y la política de tierra arrasada. Después de una odisea de varios años y estancias en varios campamentos, fundaron el Campamento de Makhmur al borde del desierto en 1998. La población forma así la comunidad de refugiados kurdos más grande del mundo.

El campamento autogobernado y organizado democráticamente de base es una espina en el costado de Turquía. En los últimos años, ha habido repetidos ataques aéreos en Makhmur, el más reciente en agosto de 2022, cuando un padre de seis hijos fue asesinado por un dron. En un ataque aéreo tres meses antes, el ejército turco hirió de muerte a un civil. Estos crímenes de guerra han permanecido sin consecuencias hasta el día de hoy.

Oficialmente, Makhmur está bajo la protección del ACNUR, pero en la práctica, la ONU solo está nominalmente presente. La organización abandonó el campamento durante los ataques del ISIS en 2014 y no regresó después.