El pueblo de Van reacciona contra las subidas masivas de precios

Las subidas masivas de precios siguen abrumando a los pueblos del Kurdistán del Norte y de Turquía. El pueblo de Van reacciona diciendo que no se trata de una subida de precios, sino de una crueldad contra los ciudadanos.

La política de guerra del gobierno del AKP-MHP ha provocado una subida masiva de los precios.

Hay subidas de precios del 100% y del 700% en algunos productos. El aceite combustible, que el año pasado costaba 7 liras turcas, ha subido a 25 liras este año. Los 5 litros de aceite de cocina han subido de 35 a 175 liras; los 5 kilos de harina, de 15 a 80 liras; los 18 kilos de aceite de girasol, de 150 a 1000 liras.

Los habitantes de la ciudad de Van han reaccionado contra las subidas masivas de precios.

Cengiz Akın: “La razón por la que ellos (el gobierno) dicen que hay una crisis económica en todas partes, incluidos los países europeos y otros lugares, es muy diferente. El gobierno está tratando de encubrir las cosas. Turquía ha estado en guerra durante siete años. Estas recientes subidas provienen de los gastos de la guerra. Turquía lleva 7 años en una guerra implacable y unilateral. Sin embargo, ni siquiera revelan el precio de una sola bala. Los ciudadanos tienen que ver esto. El precio del gasóleo ha subido a 25 liras. Sólo el gobierno es responsable de esto. Cada año la economía empeora porque el país está en guerra”.

El Gobierno es responsable

Turan Karaca: “He pagado 100 liras por el gasóleo para ir a Çelebibağ, que está a 3 kilómetros. El aumento de los precios se ha convertido en una pesada carga para nosotros. No es una subida de precios, es una crueldad. Porque una subida de precios es una cosa diferente, debería ser menor. El año pasado, comprábamos 5 kilos de aceite de cocina por 35 liras, este año ha subido a 175 liras. La diferencia es enorme. Los que gobiernan el país son responsables de esto. Han puesto la carga sobre los ciudadanos. Tengo 55 años; nunca he visto una subida de precios tan masiva en mi vida. La gente ya no puede gestionar su vida. Ahora la gente intenta encontrar pan en la basura”.

La vida se detiene

Mustafa Demir: “Me dedico al lavado de coches. La espuma que compré hace dos meses era de 190 liras, este mes es de 320 liras. La gente ha perdido el interés por trabajar. Mi factura de electricidad ha sido de entre 2600 y 2800 liras durante dos meses. Tengo dos empleados, pero no hay trabajo. La gente ya no puede lavar sus coches. Los comerciantes están destrozados por la subida de los precios. Ya no podemos satisfacer nuestras necesidades diarias. La mayoría de las veces compramos menos productos que antes o nos endeudamos para comprar alimentos. Estamos en una situación financiera muy difícil. Ya no sabemos cómo manejarlo”.