El 19 de agosto, el régimen turco procedió a la destitución forzosa de los cargos electos de los ayuntamientos e Amed, Mardin y Van y el nombramiento de personas de confianza de Erdogan para sustituir a los acaldes democráticos del HDP.
El régimen truco atacó después a la población que salió a las calles para protestar contra la usurpación de sus municipios y detuvo a cientos de personas.
La coportavoz de la Asociación de Derechos Humanos de la región de Jazira, Evîn Cuma, ha afirmado que están siguiendo de cerca los últimos acontecimientos en Kurdistán Norte: “Los coalcaldes de los tres municipios fueron escogidos en unas elecciones por el pueblo. La población expresó su voluntad en esas elecciones”.
‘El derecho internacional ha sido violado’
Cuma ha dicho que el gobierno del AKP es incapaz de aceptar la voluntad popular expresada democráticamente en Kurdistán Norte: “La destitución de alcaldes electos es contraria al derecho internacional y a la democracia. De hecho, estas destituciones violan las leyes nacionales e internacionales”.
‘La voluntad popular ha sido atacada’
Cuma ha dicho que la voluntad popular es el objetivo principal de estas usurpaciones: “Las mujeres están siendo atacadas y arrestada porque no aceptan la violación de su voluntad ni la persecución de su pueblo”.
“La ONU debería venir a monitorear el proceso que se está viviendo en Turquía para asegurar que la ley doméstica e internacional se respete”.