Turquía recibe miles de millones de euros de la UE para mantener a los refugiados alejados de la UE y alojarlos en el país. Sin embargo, lo que la UE prefiere "barrer bajo la alfombra" es que las condiciones en las que viven los refugiados en Turquía son devastadoras. Turquía se niega a dar cuenta de cómo utiliza los fondos de la UE que fluyen directamente al régimen, pero el estado en el que están los campamentos de refugiados muestra claramente que el dinero no llega allí. Un ejemplo de esto es el campamento de Akdeniz, cerca de Mersin. El campamento de refugiados existe desde hace seis años.

El HDP muestra solidaridad con los residentes del campamento

Unas 450 personas de Siria viven actualmente allí. Son explotados en la región como jornaleros de agricultura. El trabajo infantil está a la orden del día. Y también los accidentes mortales de los trabajadores agrícolas. No exiten ni las más báscias instalaciones sanitrias. Más que un campamento, parece un vertedero de basura. Ni el gobierno turco ni el gobierno local del AKP están haciendo nada para mejorar la situación de los refugiados.

"Ni el agua potable ni la electricidad"

Ihsan Derinöz, copresidente del gobierno local del HDP en Mersin, informa sobre las condiciones del campo: "La gente de aquí lleva años sin agua potable ni electricidad durante. Especialmente en los meses de invierno, el agua fluye hacia el campamento y toda la zona se convierte en un pantano. La Comisión de Ecología y la Unión de Gobiernos Locales de nuestro partido han comenzado a trabajar en este tema. Primero se instalaron desagües a través de los cuales también se puede drenar el agua de las fuertes lluvias".

"La lluvia convierte el suelo en un lago"

La lluvia es un gran problema en el terreno plano, señala Derinöz, añadiendo: "El suelo se transforma prácticamente en un lago. Entonces es imposible ir de una tienda a otra. El problema de los retretes, que también existe desde hace mucho tiempo, necesita una solución urgente. Sellamos temporalmente los pozos negros con lona. De lo contrario, las aguas residuales irán directamente a las aguas subterráneas. Este es un lugar donde los animales como las moscas y los escarabajos pueden transmitir todo tipo de enfermedades. La intervención proporcionó al menos mejoras menores".

Cien camiones de grava

Derinöz explicó que habían iniciado trabajos de limpieza: "Cuando vinimos aquí por primera vez, hace tres o cuatro meses, vimos que los refugiados vivían en un vertedero de basura. Llenamos de 40 a 50 camiones de basura del lugar. Después de limpiar, esparcimos 100 camiones de grava. De esta manera, al menos evitamos que se formara un lago de lodo en el invierno. La central de agua de Mersin ha sacado tuberías para el agua limpia. Hemos instalado basureros, pero todavía hay grandes deficiencias humanitarias en las condiciones de vida".

Desinterés por las autoridades

Ni el gobierno local del AKP ni el gobierno central han hecho nada por la gente del campamento, dijo Derinöz. "Casi 450 personas viven en este campamento, 100 de ellas niños y jóvenes. Estos niños y jóvenes no reciben ni educación ni atención médica. Los residentes se ven obligados a obtener electricidad ilegalmente y a conectarse a las líneas que pasan por el campamento. Estas líneas que corren por el suelo representan un gran peligro para los niños que juegan".

"Tres o cuatro familias en una tienda de campaña"

Mustafa Ali informó sobre las condiciones antes de la intervención del HDP: "Todos vivíamos en el barro. Había basura por todas partes, ya que no había lugar para deshacerse de la basura".

En cuanto a las necesidades básicas, Ali dijo: "Compramos las tiendas nosotros mismos. Tres o cuatro familias viven en una tienda. En particular, necesitamos que se nos proporcione educación y atención médica".