La población de Sheladize fue el objetivo de una serie de operaciones represivas tras el asalto a la base militar turca el 26 de enero, que se produjo en protesta por el asesinato de 4 civiles del estado turco del 23 de enero.
El primer ministro regional del KDP, Nechirvan Barzani, defendió los ataques de invasión del estado turco y culpó a los manifestantes. Las fuerzas de seguridad del KDP procedieron a detener a docenas de personas en los días posteriores. La mayoría de los detenidos fueron liberados a los pocos días, sin embargo, 6 de ellos permanecen en prisión.
El abogado Rebin Shemami ha enviado un informe a la oficina de la ONU en Irak y a la embajada de los EEUU sobre la situación de vulneración de derechos y la violencia ejercida contra la población civil. El informe también exige la puesta en libertad de las 6 personas que permanecen bajo custodia policial.
Shemami ha dicho que la ONU todavía no ha respondido al informe y que las fuerzas de seguridad se niegan a permitir que los abogados puedan ver a los detenidos o suministrar información sobre su estado y salud.