El Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK) emitió una declaración en ocasión del octavo aniversario de la masacre de Roboski, una herida sangrante en el corazón del pueblo kurdo.

"Hace ocho años, 34 jóvenes kurdos fueron asesinados por los bombardeos desde aviones de combate turcos. Es imposible olvidar cómo sus cuerpos desgarrados fueron transportados en mulas. Conmemoramos con respeto a las personas asesinadas por el ataque de fuerzas hostiles inhumanas y kurdas y repetimos nuestro Prometo que construiremos un Kurdistán libre y un Medio Oriente democrático donde no se mata gente en las fronteras.

Los niños de nuestro pueblo han sido asesinados durante siglos por las fuerzas de ocupación, las fuerzas genocidas, con ametralladoras y bombas. Ayer nuestros niños, jóvenes, mujeres y ancianos fueron masacrados en Dersim, Zilan, Koçgiri, Piran, Hênê, Genç, Diyarbakır y Ağrı, hoy son asesinados por bombas en Rojava. Su único defecto es querer vivir libremente en sus países con su propia identidad, cultura e idioma.

La orden de la masacre de Roboski fue dada personalmente por Tayyip Erdogan. Se le preguntó qué hacer, ya que podría haber un miembro del PKK entre las 40 a 50 personas. Erdogan dio la orden de matarlos a todos. Erdogan habría dado la orden, incluso si hubiera habido un millar de niños y jóvenes cargando mercancías en las mulas. Esta es la guerra genocida que se libró contra los kurdos. Para estas fuerzas asesinas, incluso mil o un millón de kurdos no valen nada, y mucho menos un kurdo. Esta mentalidad también daría la orden de disparar a un millón de kurdos. De hecho, la orden de genocidio armenio también se dio con la misma mentalidad. Todas estas masacres y genocidios fueron perpetrados con la mentalidad fascista que defiende que cuando la patria está en cuestión, el resto es solo un detalle. Roboski, también, es un ataque genocida como lo son todos los ataques del estado turco contra los kurdos.

Impunidad para los perpetradores

Los pilotos, las autoridades al mando, los comandantes de la Fuerza Aérea y el Jefe del Estado Mayor General son conocidos, pero ninguno de ellos ha sido juzgado o sentenciado. Porque la orden vino de arriba. En Roboski, solo los que protestaron contra el gobernador de distrito y arrojaron piedras fueron juzgados. Los perpetradores no fueron castigados deliberadamente. Esto envía un mensaje de que no es un crimen matar kurdos. Los kurdos están sujetos a la imposición de que no tienen otra alternativa que rendirse, una política que se ha implementado contra los kurdos durante cien años. Ya sea la masacre de Özalp o los asesinatos de JITEM, la política es la misma. A los criminales en el juicio JITEM se les otorgó la absolución hace una semana. Por lo tanto, a los soldados y a la policía se les dice que pueden matar a los kurdos a voluntad. Por esta razón, los soldados y policías turcos masacran y oprimen a los kurdos contra todos los valores constitucionales, legales o sociales por orden de Tayyip Erdogan. Esto muestra claramente que ni las masacres de Roboski, ni de Cizre, Nusaybin o Sur serán llevadas a los tribunales.

Solo a través de la lucha democrática por la libertad se puede lograr la rendición de cuentas por estas masacres. Los perpetradores de todos estos crímenes serán llevados a cuenta con el establecimiento de un Kurdistán libre, una Turquía democrática y un Medio Oriente democrático.

La masacre de Roboski no será olvidada. Las masacres perpetradas durante la resistencia al autogobierno no serán olvidadas. El que dio la orden y dijo: 'Ya sean mujeres o niños, hagan lo que sea necesario' y los que mataron a mujeres y niños no serán olvidados. Al igual que los asesinados en Roboski, Cizre, las madres como Taybet, los niños asesinados en Shehba son una razón para la lucha por un Kurdistán libre. En memoria de los mártires, se dará una lucha decidida por un Kurdistán libre, se creará una Turquía democrática y un Oriente Medio democrático y los responsables genocidas serán llevados a rendir cuentas".