Han pasado 36 años desde el 16 de marzo de 1988, cuando miles de hombres, mujeres y niños kurdos fueron asesinados con gas venenoso por Sadam Husein en la ciudad kurda meridional de Helebce (Halabja).

Cada aniversario del asesinato masivo es un día de dolor, rabia y recuerdo para los kurdos. Para conmemorar el aniversario, la copresidencia del Comité Ejecutivo de la KCK hizo pública una declaración en la que pedía intensificar la lucha contra el genocidio antikurdo.

El KCK dijo: "Hoy se cumple el 36 aniversario de la masacre de Halabja, una atrocidad que se cobró la vida de miles de personas, cometida por la dictadura homicida y colonialista del Baaz. Condenamos enérgicamente este acto bárbaro y atroz, así como al régimen fascista genocida de Sadam que lo llevó a cabo, una vez más. Conmemoramos respetuosamente a quienes perdieron la vida durante la tragedia, honramos a todos los mártires de la revolución y la democracia en la persona de las víctimas de Halabja. Por ello, reafirmamos nuestro compromiso con su memoria. Toda masacre cometida contra el pueblo kurdo será vengada. 

La declaración añadía: "La masacre de Halabja es una de las más horribles y brutales que se han producido en la historia de la humanidad. La masacre ha puesto de manifiesto lo peligrosa, despiadada e intolerante que puede llegar a ser la mentalidad nacionalista y racista de un Estado-nación. También ha demostrado la profundidad de la enemistad kurda".

Utilizando armas químicas, miles de kurdos -hombres, mujeres, niños y ancianos- fueron asesinados sin piedad. Aunque esto ocurrió ante los ojos del mundo, ni un solo Estado planteó objeción alguna. Estados Unidos, Europa y la ONU, entre otros Estados, permanecieron en silencio. Sólo cuando sus intereses estuvieron en peligro se posicionaron contra el gobierno de Sadam. Pero no hicieron absolutamente nada en respuesta a Anfal.

Las matanzas perpetradas en el marco del genocidio kurdo están siendo formuladas por las fuerzas de la modernidad capitalista. Estas fuerzas diseñaron un Oriente Medio basado en la división del Kurdistán y en la cuestión kurda sin resolver, lo que dio lugar al genocidio del pueblo kurdo, convirtiéndose así en cómplices de todos los ataques y atrocidades cometidos contra el pueblo kurdo. Durante casi un siglo, estas fuerzas han estado persiguiendo esta misma agenda en el Kurdistán del Norte, a través de sus incursiones en Rojava, sus ataques contra Shengal [Sinjar] y el campo de refugiados de Makhmur. Alentar a la administración antikurda del AKP-MHP equivale a condonar el genocidio".

La declaración continuaba "Es importante comprender cómo se desarrolló históricamente la masacre de Halabja. Los políticos, escritores y pensadores de ascendencia kurda deberían prestar atención a esto y asegurarse de que se cuenta la verdadera historia.

La "Unión Patriótica del Kurdistán" (PUK) y el Estado iraquí llegaron a un acuerdo en 1983, cuando este último buscó la reconciliación tras fracasar en su intento de hacer avanzar la causa del pueblo kurdo. La resolución de la cuestión kurda basada en la autonomía formaba parte de este acuerdo. Sin embargo, este acuerdo se rompió por la intervención del Estado turco. El gobierno turco declaró que no aceptaría, de ninguna forma, la resolución de la cuestión kurda. Después de que Jalal Talabani, que había viajado a Bagdad para negociar y firmar el acuerdo, fuera informado abiertamente por la parte iraquí de los motivos de la desintegración del acuerdo, Talabani regresó al Kurdistán con las manos vacías. Con el valor que le otorgaba el Estado turco, Sadam dirigió su atención hacia los kurdos y lanzó la campaña de Anfal después de esa fecha. La única forma de abordar correctamente esta masacre y las que la precedieron pasa por la comprensión de este hecho histórico. Sólo entonces sería posible detener el genocidio perpetrado contra los kurdos y evitar nuevas atrocidades".

La declaración decía: "El genocidio y las masacres contra el pueblo kurdo persisten hasta el día de hoy. El Estado turco sigue aplicando este plan durante el gobierno de Tayyip Erdoğan. Utilizan la intimidación, la violencia y la ocupación para tratar de impedir que se resuelva la cuestión kurda en todas las partes del Kurdistán. En un intento de impedir que los kurdos lleguen a un acuerdo con el gobierno sirio en Siria, el Estado turco vuelve a llevar a cabo las mismas políticas que aplicó en Irak. El pueblo kurdo ha sufrido masacres a lo largo de la historia, y es el Estado turco el que obstaculiza la resolución de la cuestión kurda.

Mientras recordamos a los mártires de Halabja en este 36 aniversario, también necesitamos fortalecer nuestra unidad nacional, desarrollar una comprensión más profunda de las verdades históricas y mejorar nuestra capacidad para combatir al enemigo que está asesinando y aniquilando a nuestro pueblo."