El 17 de julio, Osman Köse, uno de los agentes del MIT (servicios secretos turcos) en la región de Kurdistán Sur, fue disparado y murió mientras estaba en el restaurante Huqqabaz en Erbil. El KDP impuso un embargo sobre el Campamento de Refugiados Mártir Rüstem Cudi (Makhmur) utilizando este episodio como excusa.

Han pasado 40 días desde entonces y el campamento sigue bajo embargo. El embargo ha golpeado la vida diaria de la población del campamento. Los estudiantes no pueden ir a la universidad y los trabajadores se han visto afectados. Peor todavía, el embargo también ha tenido consecuencias fatales por no poder visitar hospitales. Fatma Kara y Zeynep Ehmed, dos mujeres embarazadas perdieron a sus hijos en Erbil al no poder recibir el cuidado médico necesario.

Las conversaciones de la Asamblea Popular de Makhmur y el Comité de Relaciones Exteriores del campamento sobre el levantamiento del embargo no han producido resultados todavía.

RojNews ha hablado con distintas personas del campamento para conocer su opinión al respecto:

Revo Heci: Estamos contra el embargo impuesto al campamento Makhmur.

El embargo tiene que ser derogado lo antes posible. Los niños y los pacientes mayores, para empezar, necesitan poder visitar a los médicos fuera del campamento. Estamos haciendo un llamamiento a las organizaciones de derechos humanos para que cumplan con su responsabilidad y dejen de permanecer en silencio sobre el embargo.

Mirad Nemir: No aceptamos el embargo impuesto contra el campamento Makhmur. La población del campamento siempre ha dado apoyo a Sinjar. Ahora nos toca a nosotros cuidar y darles nuestro apoyo. Al igual que bloquearon el camino al Monte Sinjar el 3 de agosto de 2014, ahora tratan de cortar las comunicaciones del Campamento Mártir Rüstem Cudi.