Los mercenarios del ISIS atacaron brutalmente Shengal y el Kurdistán del Sur (Bashur) el 3 de agosto de 2014, matando a miles de yazidíes y secuestrando a miles de mujeres. En consecuencia, decenas de miles de familias yazidíes de Shengal se vieron obligadas a emigrar a campamentos de Rojava y otras partes de Bashur.

Ahora, la Administración Autónoma de Shengal se está preparando para acoger y apoyar a las familias que regresan a la región. Según la información proporcionada por los residentes de Shengal, entre cinco y diez familias abandonan los campamentos cada día en Bashur para regresar a sus pueblos en el norte y el sur de las montañas de Shengal.

Un ciudadano llamado Feqîr Ilyas, que regresó a su casa en Xanesor en septiembre de 2020, dijo a ANHA que estaba muy contento de volver y pidió a los refugiados que permanecen en los campamentos que hicieran lo mismo.

Sin embargo, el Estado turco invasor sigue atacando constantemente Shengal.

El Estado turco atacó el 16 de agosto el antiguo bazar del centro de Shengal y alcanzó el vehículo en el que viajaba Said Hesen, uno de los comandantes de las Unidades de Resistencia de Shengal (YBŞ). Said Hesen y su sobrino, Isa Xwede, un combatiente del YBŞ, perdieron la vida en el ataque. El 17 de agosto, Turquía atacó el hospital de la localidad de Sikêniyê. Ocho personas, entre ellas combatientes de las YBŞ y trabajadores sanitarios, perdieron la vida.

Ebdo Şukur, portavoz del Comité de Acogida de Inmigrantes de la Asamblea de Shengal, declaró a ANHA que el regreso de los refugiados a sus tierras es la mejor respuesta a los ataques del Estado turco invasor.