Las fuerzas fronterizas iraníes asesinaron a tiros a un joven kolbar en Baneh
Las fuerzas del régimen iraní continúan con impunidad sus ataques letales contra los kolbars (transportistas de carga) kurdos.
Las fuerzas del régimen iraní continúan con impunidad sus ataques letales contra los kolbars (transportistas de carga) kurdos.
Los kolbars son civiles kurdos que se ven obligados a realizar transacciones comerciales fronterizas arriesgando sus vidas en las difíciles condiciones geográficas del Kurdistán Oriental. Frecuentemente atacados por el régimen iraní, los kolbars siguen luchando por su vida debido a las duras condiciones y los ataques de las fuerzas del régimen.
Sina Rostampour, un joven kolbar de Baneh, provincia del Kurdistán, fue asesinado a tiros hoy por guardias fronterizos iraníes en las zonas fronterizas de Baneh.
La Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) informó que Rostampour fue asesinado en las primeras horas de la mañana después de recibir disparos a quemarropa sin previo aviso en la región montañosa de Sourkev.
Rostampour era padre de un niño pequeño.
Según KHRN, 63 kolbars kurdos murieron y otros 233 resultaron heridos a manos de las fuerzas del régimen iraní el año pasado. La mayoría de los kolbars murieron o resultaron heridos como consecuencia del fuego directo de las fuerzas de seguridad iraníes.
Contexto
El Kurdistán Oriental se ha sumido aún más en la pobreza a lo largo de los años debido a las políticas deliberadas del régimen iraní y se destaca como una de las regiones más pobres de Irán. En comparación con otras regiones, la zona ha experimentado una inversión significativamente menor y se ha frenado deliberadamente el desarrollo. No se permitió el desarrollo de la agricultura ni de la industria, y como resultado, el desempleo alcanzó su nivel más alto en Irán.
Frente a políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, llevar mercancías de contrabando no es una opción sino una necesidad para sobrevivir.
Kolbar proviene de las palabras kurdas "kol" (espalda) y "bar" (carga). Los kolbars se ganan la vida transportando cargas a lo largo de la peligrosa frontera. Sus cargas incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, ropa, artículos para el hogar, té y, en raras ocasiones, alcohol. Caminan por terrenos peligrosos para continuar este comercio entre el Kurdistán del Sur y el Kurdistán Oriental. Las mercancías que traen se venden a precios elevados en Teherán, pero los kolbars que arriesgan su vida por ellas reciben una remuneración muy modesta.
Los intermediarios que reciben las entregas y buscan compradores en las ciudades se llaman kasibkars. Los kolbars y kasibkars tienen entre 13 y 70 años. Algunos solo terminaron la primaria, mientras que otros son graduados universitarios. Transportan cargas porque no encuentran otro empleo.