Aunque el gobierno de Bagdad financia regularmente al Gobierno Regional del Kurdistán para el pago de los salarios, los empleados públicos siguen sufriendo impagos, lo que provoca fuertes reacciones y protestas.

En los últimos días se han producido huelgas y boicots en muchos sectores.

Los profesores y el personal de la Universidad de Suleimaniya también han comenzado a boicotear al gobierno y se negaron a trabajar el martes.

Los profesores y el personal de la universidad anunciaron el boicot en un comunicado de prensa frente a la universidad en el que exigieron el pago inmediato de los salarios.

Desde el comienzo de la semana, cientos de trabajadores y profesores han organizado manifestaciones para boicotear al gobierno en el distrito de Koyê en Hewler, en Suleimaniya, en Germiyan y en los distritos de Raperin porque no han podido recibir sus salarios.

El 27 de marzo, el Ministerio de Finanzas iraquí asignó 200.000 millones de dinares para los funcionarios públicos que trabajan en la región del Kurdistán y los transfirió al Ministerio de Finanzas de la región del Kurdistán.

El gobierno regional del Kurdistán lleva mucho tiempo siendo acusado de corrupción masiva, lo que está provocando la reacción de la opinión pública.