La Central Hidroeléctrica que se puso en marcha en 2014 en la región de Zilan (Geliyê Zilan) dentro de los límites de Erciş, en la provincia de Van, fue paralizada por decisión del Consejo de Estado en 2015, a petición de los habitantes.
Sin embargo, aprovechando la emergencia de la pandemia del coronavirus, las obras de construcción se reanudaron discretamente. Cientos de operarios están trabajando día y noche.
El Valle de Zilan no sólo es un hermoso paisaje, sino que también tiene grandes y productivas tierras agrícolas y es adecuado para la cría de animales. Los 4 proyectos hidroeléctricos planeados para él, destruirán el territorio y cambiarán su equilibrio.
Además, cuando se complete el proyecto, miles de personas se verán obligadas a emigrar, el agua se contaminará y, por consiguiente, las plantas y los animales se verán afectados y correrán el riesgo de desaparecer.
El pueblo Kyrgyz fue ubicado en la región de Zilan en 1982 durante la época del golpe de estado militar.
En estos días también han protestado por la construcción de la hidroeléctrica en el valle de Zilan. Los kirguises que vivían en el pueblo de Ulupamir acudieron al lugar de las obras para manifestarse contra la construcción del proyecto.
Permanecieron mucho tiempo en el lugar, protestando y declarando que su futuro también se vería afectado junto con el de los animales y el territorio. Se produjo una disputa en la obra y los soldados turcos acudieron a la zona. Tras la protesta, los kirguises volvieron a su pueblo.
Tras la protesta, el comandante de la comisaría del Valle de Zilan llamó a los habitantes del pueblo a la comisaría y los amenazó. El comandante de la comisaría amenazó a los vecinos de Kyrgyz con sufrir graves consecuencias en caso de que decidieran continuar con su protesta.