En verano, los bosques del Kurdistán son sistemáticamente destruidos. El gobierno turco es responsable de ello, como también lo es de los incendios provocados y de los desbroces más allá de las fronteras del Estado en el sur del Kurdistán (norte de Irak) y en Rojava (norte de Siria). En el noreste de Siria, se incendian deliberadamente sobre todo los campos de cultivo. En el norte de Irak, el ejército turco actúa como fuerza de ocupación, desbrozando grandes extensiones de bosque y comercializándolas en Turquía el año pasado. En otras zonas, se llevaron a cabo operaciones de tala y quema para privar a los guerrilleros de refugio en las zonas desnudas. Los bosques también se incendian con frecuencia como consecuencia de los ataques aéreos.

En el Kurdistán del Norte, la destrucción de los bosques también persigue fines económicos y militares. Mientras tanto, los partidos gobernantes AKP y MHP se han dedicado a plantar algunos arbolitos en las provincias kurdas con gran propaganda y a dar a los espacios verdes el nombre de estadistas turcos. El nombre "Recep Tayyip Erdogan" es especialmente popular.

En Van, las zonas forestales de la región del valle de Zilan han sido incendiadas en los últimos años. Se han construido centrales eléctricas y presas en el río Zilan, provocando una destrucción masiva de la naturaleza. Ahora se ha creado una zona en el distrito de Erciş, que ha sido bautizada como "Bosque Urbano Recep Tayyip Erdogan". El espacio verde está situado en una zona en la que se encontraron en las rocas inscripciones cuneiformes del Imperio Urartiano de hace 3000 años. Estos hallazgos históricos han sido destruidos para el Bosque Erdogan.