El gobierno turco intenta por todos los métodos posibles destruir las costumbres culturales en la provincia de Dersim. El objetivo actual del ataque es el legendario Manantial Munzur, que es un lugar de culto para la población predominantemente aleví. El área será construida y solo será accesible como atracción turística por una tarifa de entrada. La gente local se resiste a esto. Hasan Şen, secretario general de la Federación de Asociaciones Dersim (DEDEF), describe la comercialización del los manantiales Munzur en Dersim, como una continuación del genocidio de 1937/38.
El río Munzur aparece en numerosas leyendas y tradiciones. Lleva el nombre del pastor Munzur Baba, quien, según una leyenda, vertió suero de leche en la actual región de manantiales en el distrito de Ovacık, creando así los cuarenta manantiales de Munzur. Respecto al significado de los manantiales, Hasan Şen explica: "Así como la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén es un lugar de culto para otros, los manantiales de Munzur son un lugar de devoción para nosotros. Para nosotros, las devociones no son algo que solo tienen lugar entre cuatro paredes. Incluso proteger la naturaleza o un solo árbol es cuidar un lugar de culto".
El secretario general de DEDEF señala que los manantiales de Munzur son el punto más alto de la cuenca del Éufrates. El agua fluye de Dersim a Anatolia, de Siria a Irak y de Kuwait al Golfo Pérsico, según Hasan Şen, quien destaca que "Un pez en el Golfo tiene derecho a esta agua, al igual que la cabra montés en la región de origen. Este derecho debe ser respetado".
Según Şen, el verdadero propósito del proyecto de comercialización es alienar a la gente de Dersim de su fe y sus raíces. Así como los esfuerzos por crear una etnia, un idioma y un gobernante todopoderoso, se intenta que haya una sola fe. En el estado turco, el objetivo es una sociedad formada por un tipo de persona, en la que todos piensen y vivan como los gobernantes: "Eso era lo que se quiso hacer cumplir en Dersim en 1938. Se cometió un genocidio con este fin, y esto es una continuación de eso. Los manantiales Munzur son un importante lugar de culto para nosotros y se convertirá en un sitio comercial".
Hasta el momento, Dersim no ha sido asimilado. El estado turco ahora está tratando de forzar a la región bajo su dominio mediante intervenciones contra la fe y la estructura cultural, indica Hasan Şen y agrega: "La gente de Dersim está en contra de este proyecto. No lo queremos y haremos todo lo que podamos para prevenirlo".