Nasir Yagiz y su resistencia de 107 días

¿Cómo pasa Nasir Yagiz sus días en sus 107 días de huelga de hambre para romper el aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Ocalan?

Nasir Yagiz, miembro del HDP, ha estado en una huelga de hambre indefinida no alterna en Hewler (Erbil) durante 3 meses y 17 días. La huelga de hambre de 107 días dice todo lo que hay que saber sobre la salud de un huelguista. No es solo un día, o unos pocos días, es un total de 2.570 horas. Todas las células del cuerpo se ven afectadas. La interacción no se limita al cuerpo, afecta a los familiares, conocidos y a toda la sociedad.

Ha estado cansado en las últimas semanas. Tiene inmensos problemas para levantarse de la cama. Pasa la mayor parte del día en la cama ahora. Incluso cuando se levanta de la cama con la ayuda de amigos, tiene problemas para sentarse debido a su cuerpo frágil.

 

Por las noches tiene dolores que nunca desaparecen, lo que le impide dormir. Sus dolores son cada vez más fuertes. Sus problemas de salud no se limitan a esto, él continúa perdiendo de vista y escuchando cada día que pasa.

Nasir Yagiz inició la huelga de hambre el 20 de noviembre. Ha ayunado durante más tiempo, después de que la diputada del HDP Leyla Guven. Se despierta temprano, pero se levanta tarde de la cama. Intenta comunicarse lo mejor que puede con los visitantes y hablar con ellos sobre su propósito.

Yagiz trata de comunicarse con la mayor frecuencia posible con otros huelguistas de hambre. Tuvo una videollamada con Gulistan Ike, una de los 14 activistas en huelga de hambre en Estrasburgo, e intercambió puntos de vista, dándose fuerzas y moral mutuamente.

Las visitas también continúan. Intenta ponerse de pie con la ayuda de sus compañeros para recibir visitas, va hacia ellos y les pregunta cómo están. Yagiz habla sobre el significado de la protesta y su resolución. Nunca se olvida de los demás en la resistencia mientras lo hace.

Habla de Leyla Guven, de Estrasburgo, las cárceles y las huelgas de hambre indefinidas y no alternas en otros países. Yagiz dice que su protesta no es promover la muerte, sino vivir y dejar vivir, y subraya que su fe y esperanza de que prevalecerá esta resistencia es grande.