El Newroz de este año se celebra en Qandil, en el Kurdistán del Sur (norte de Irak), bajo el lema "Con el espíritu del Newroz, liberaremos a Rêber Apo [Líder Öcalan] y construiremos una sociedad democrática". A pesar de la lluvia torrencial, numerosas personas se reunieron para celebrar el Año Nuevo con espíritu de lucha y esperanza.

El escenario estaba decorado con imágenes de los mártires de la lucha de liberación kurda, banderas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y retratos de su fundador, Abdullah Öcalan. Los gritos de "Bijî Serok Apo" (Viva el líder Öcalan), "Bê Serok Jiyan Nabe" (Sin líder no hay vida) y "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad) resonaron una y otra vez por todo el recinto del festival.

La celebración comenzó con el encendido ceremonial del Newroz por parte de las familias de los mártires, un momento emotivo que subrayó el papel central de los mártires en la lucha de liberación kurda. En un comunicado, el comité organizador destacó la importancia simbólica del Qandil como bastión de resistencia y libertad. Señaló que el Newroz de este año se encuentra en una fase particularmente crítica, tanto para una posible solución a la cuestión kurda como para la paz en todo Oriente Medio.

El comité concedió especial importancia al "Llamado a la Paz y a una Sociedad Democrática" de Abdullah Öcalan, del 27 de febrero, en el que volvió a instar a promover el diálogo y el proceso de paz. "La libertad física de Rêber Apo está cada día más cerca", indicó el comunicado y agregó: "En esta etapa, todos los kurdos, especialmente las mujeres y los jóvenes, deben encarnar el espíritu de lucha del Newroz con mayor fuerza".

El movimiento de liberación kurdo, según el comité, se encuentra en un punto de inflexión decisivo y ha desarrollado una firme voluntad política a nivel mundial. Se espera que el Newroz de este año marque el inicio de una nueva era de coexistencia pacífica entre los pueblos. "El proyecto presentado por Rêber Apo no solo es una forma de poner fin a la guerra y al derramamiento de sangre, sino que también representa una oportunidad histórica para reconocer a los pueblos que han sido oprimidos durante cien años y construir una verdadera democracia", afirma el comunicado.