Las guerrillas en las montañas de Kurdistán consiguen adaptarse a cualquier condición geográfica y convierten las desventajas del paisaje en ventajas para la lucha. Esto se hace especialmente visible en invierno. Durante la época más fría del año las guerrillas se preparan para la primavera.
Çarçella es una zona escarpada de Kurdistán Norte. Está situada en Gever (Yüksekova), en la zona en la que Irak, Turquía e Irán comparten frontera. La altura y el esplendor de estas montañas cautivan a cualquier persona que las vea de primera mano. En invierno, uno puede tener la sensación de estar mirando el mundo desde lo más alto. Los montañistas experimentados no se atreven a escalar a los picos de Çarçella en invierno, pero para las guerrilleras y guerrilleros se trata de un quehacer diario.
Cuando la nieve cae, cubriendo la montaña de un manto blanco impoluto, las guerrilleras y guerrilleros se mantienen vigilantes y cuidan los unos de los otros para garantizar que todos estén bien y el flujo de oxígeno al interior de su lugar de refugio no se vea obstaculizado. El guerrillero Ruken emplea la pala para quitar los kilos y kilos de nieve en frente de la entrada del túnel. Esa misma nieve, colocada con sabiduría y una habilidad especial adquirida tras años de vida resistente, se convierte en la fuente de agua al derretirse.