El portavoz del Comité de Relaciones Exteriores de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), Zagros Hiwa advierte que los islamistas pagados por Turquía y sus familias se están instalando en Kêste. La aldea está ubicada en la región de Metina en el sur de Kurdistán (norte de Irak), que actualmente está siendo defendida por guerrillas contra una invasión del ejército turco. La aldea también alberga a familias yazidi que fueron desplazadas de su área de asentamiento de Shengal (Sinjar) más al oeste a raíz del genocidio del ISIS en agosto de 2014.
Numerosas personas ya han huido de Kêste debido al intenso bombardeo de las fuerzas de ocupación turcas. Las aldeas vecinas de Hiror y Çelkê, que es una zona de asentamientos asirios, también han informado de intensos movimientos de huida de la población civil tradicional. Según Hîwa, el intento de expulsión de los residentes de Kêste es un componente fundamental de la política universal del régimen de Erdogan hacia los kurdos, que consiste en "limpieza étnica y genocidio". Hîwa denunció: "El mundo ha visto los resultados de esta política en Afrin, Serêkaniyê y Girê Spî. Todos los que no quieran que el modelo turco de Afrin se aplique en el sur de Kurdistán deben tomar una posición contra los ataques de Turquía".
Además de Metina, el ejército turco también ha estado atacando las regiones de Zap y Avashin desde la noche del 23 al 24 de abril. Además de los guardias paramilitares de las aldeas del norte de Kurdistán, los mercenarios del cuerpo de invasión "Ejército Nacional Sirio" (SNA) creado por Turquía, que fueron retirados de la zona de ocupación ilegal en el noroeste de Siria, también participan en la guerra de agresión. Las organizaciones guerrilleras kurdas HPG y YJA-Star están respondiendo con varias ofensivas.