La mártir Roza Garzan (Esma Çetin) se unió a las filas de la guerrilla el 19 de mayo de 2015. Pasó dos años luchando antes de unirse a la caravana de mártires de Garzan.

Su prima, que también está en la guerrilla dijo: "Era la hija de mi tía, fuimos juntas a la escuela. Le impresionó especialmente el asedio y la liberación de Kobanê. Discutíamos todo el tiempo y hablábamos de lo que debíamos hacer, a veces hasta la mañana. Ella no estaba familiarizada con el trabajo y el pensamiento general del partido, pero estaba ansiosa por aprender y comprender. Quería venir a tomar parte en el trabajo de la juventud y participar activamente, pero no podía debido a su familia. La familia no era antipartido, pero no quería que ella participara en esas actividades debido a la represión del enemigo y a la política que desarrollaba."

Cinco días después de que Roza se uniera a las filas de la guerrilla, su prima llegó desde Turquía al Kurdistán y también se unió. Añadió: "Fui a entrenarme como nueva combatiente y ella también. Roza era la única mujer de 25 personas en ese campamento de entrenamiento. Vino y me abrazó en cuanto me vio, y me dijo 'sabía que vendrías'. Nos entrenamos durante unos 10 días. A veces nos decíamos 'por qué no vinimos y nos alistamos antes'. Podríamos haber venido y alistarnos en lugar de hablar y discutir hasta la mañana'. Después de la formación, me enviaron a otro campo, y a la camarada Roza se le asignó la tarea de formar a muchas compañeras que vinieron en otro periodo de formación para abrirse, y compartir con ellas lo que había aprendido. Después de un tiempo, llegó la oportunidad de volver a verse. Como está abierta al aprendizaje, los amigos la enviaron a entrenar al campamento en el que yo estaba.

Ella tenía la capacidad de superar los problemas que veía como obstáculos. Era una amiga que se adaptaba fácilmente a la conocida dureza del terreno de Garzan. El enemigo había dicho que "habíamos huido", refiriéndose a mí y a Roza durante el invierno de 2015. Mientras que ella estaba en un campamento y yo recibía formación ideológica en otro para prepararse para el siguiente periodo de primavera.

Como tenía la sensación de que no volveríamos a vernos cuando yo me fuera a la nueva tarea, no pudo contener las lágrimas y se puso a llorar. Cuando miro atrás, aún la recuerdo saludando con sus ojos llorosos".

La joven guerrillera del Kurdistán, Roza, se unió a la caravana de los mártires junto con 10 de sus compañeras como resultado de los enfrentamientos con las fuerzas enemigas durante el proceso de Newroz en 2017.