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Sabri Ok: «La situación de Abdullah Öcalan debe ser la principal agenda de todos»

Sabri Ok, del Consejo Ejecutivo de la KCK: «No sólo el movimiento y nuestra dirección, sino también nuestro pueblo y los amigos internacionales, deberían hacer de la situación de Öcalan su principal agenda».

Entrevistas

Sabri Ok, miembro del Consejo Ejecutivo de la Confederación de los Pueblos del Kurdistán (KCK), habla en esta entrevista de la resistencia de Abdullah Öcalan en Imrali, donde lleva preso en régimen de aislamiento agravado desde 1999 al margen de toda legalidad, así como del pueblo kurdo y los internacionalistas en torno a su liberación. Hace tres años que no se tienen noticias suyas, ya que en todo este tiempo no ha podido comunicarse ni tan siquiera con sus abogados o familiares, lo que hace temer por su estado de salud.

No hay noticias del líder popular kurdo Abdullah Öcalan desde hace 39 meses. El pueblo kurdo sigue protestando por su libertad física. ¿Cómo valora tanto la resistencia y la lucha en Imrali, así como las acciones del pueblo kurdo y de sus amigos internacionales?

Nuestro principal objetivo es la situación de Rêber Apo [Abdullah Öcalan]. No sólo el movimiento y nuestra dirección, sino también nuestro pueblo y los amigos y amigas internacionales, deben hacer de la situación de Rêber Apo su principal objetivo, empatizar, discutir lo que es correcto, cuál es el deber y la responsabilidad de cada uno, y qué se puede hacer. Se trata de un deber moral, político y humanitario. Rêber Apo afirma que cualquier cosa que le ocurra, sea cuestión de vida o muerte, la causa subyacente es política. Desde hace 26 años, Rêber Apo es rehén en Imrali, y desde hace 39 meses no se sabe nada de él, mientras el Estado turco le vigila las 24 horas del día con cámaras. Rêber Apo lleva a sus espaldas una carga histórica y pesada. Sólo podemos imaginar la presión a la que está sometido. En Imrali hay mucha presión y una gran resistencia. La verdadera guerra tiene lugar allí. El Estado turco considera Imrali una zona de liquidación. El Estado turco, Erdoğan y Bahceli, están librando una guerra genocida contra el pueblo kurdo. Si las condiciones fueran al menos cercanas a la normalidad en Imrali, si Rêber Apo pudiera llevar una vida normal y el Estado turco respetara y aceptara su papel de líder, la situación sería muy diferente y tendría un impacto positivo en Turquía. Este hecho no es falso ni exagerado.

El corazón y el pulso de la sociedad turca y del pueblo kurdo laten en Imrali. Nadie puede afirmar lo contrario. Por lo tanto, el futuro de Turquía, la democratización y la liberación del pueblo kurdo están completamente entrelazados con la libertad física de Rêber Apo. Todos somos responsables de garantizar la libertad física de Rêber Apo. Ante todo, nuestro pueblo y nosotros como movimiento, pero también todas las fuerzas revolucionarias y todos los que tienen valores humanos, son responsables. Por eso, la campaña lanzada hace ocho meses por la libertad física de Rêber Apo y por la solución democrática de la cuestión kurda ha recibido apoyo en todo el mundo. Esto tiene una gran importancia. La campaña sigue en marcha, por lo que académicos, fuerzas revolucionarias y jóvenes están leyendo y debatiendo los escritos de prisión de Öcalan para ayudar a comprender y difundir el paradigma de Rêber Apo. Este paradigma, que fue escrito contra la modernidad capitalista, es un soplo de aire fresco para la humanidad. No hay duda de que la campaña ha alcanzado un cierto nivel, pero nunca debemos sentirnos cómodos o satisfechos. La campaña debe continuar con una nueva sinergia cada día, y todo el mundo debe considerarse responsable de ello. Cada kurdo y cada persona con valores humanos debe preguntarse qué ha hecho por esta campaña. Hasta que no se consiga la libertad física de Rêber Apo, nadie debe decir: «Hemos hecho mucho, hemos tenido éxito y ahora podemos relajarnos».

Como he señalado, uno de nuestros principales objetivos es la libertad física de Rêber Apo. El aislamiento continuo es inhumano. Normalmente, la familia y los abogados deberían poder visitarlo. Así que estamos luchando para que pueda ejercer este derecho. Pero aun así, nuestro principal objetivo es la libertad física de Rêber Apo. Por supuesto, hay una lucha por ello, pero debe ser más amplia y más fuerte. Al igual que la gente de todo el mundo abrazó a Mandela, nosotros y nosotras debemos abrazar a Rêber Apo del mismo modo. No sólo el pueblo kurdo, sino también nuestros amigos y amigas internacionales han desarrollado la campaña; esto también es muy importante. Las fuerzas democráticas, nuestros amigos internacionales, las fuerzas socialistas y los movimientos de mujeres y jóvenes deben transmitir esta campaña a sus sociedades. Esta campaña debe llevarse a cabo con la participación de toda la sociedad, no sólo de algunos amigos y amigas. Hay debates y planes sobre esta cuestión. Rojava también está defendiendo esta campaña, lo que está muy bien. Respetamos el trabajo que se está haciendo en el norte del Kurdistán y en Turquía. Se está luchando, pero no es suficiente. Especialmente en el norte del Kurdistán, las fuerzas democráticas y socialistas, así como las instituciones kurdas, deben aceptar la realidad de que hay cosas que son legales y cosas que son morales. Es necesario actuar en consecuencia. Consideramos que la lucha por la libertad física de Rêber Apo en el norte del Kurdistán y en Turquía es incompleta.

La sociedad no debe ser complaciente; debe empatizar. Rêber Apo sacó al pueblo kurdo de la tumba donde estaba enterrado vivo. El pueblo kurdo ha alcanzado ahora una etapa tan fuerte de lucha, voluntad y logros gracias a Rêber Apo. La sociedad kurda, sus amigos internacionales y las fuerzas de la libertad y la democracia deben señalar con el dedo la injusticia en curso. Se quiere destruir el futuro de la sociedad destruyendo la persona de Rêber Apo. En consecuencia, debe haber una lucha más masiva y más grande que nunca. Se trata de un criterio humanitario. Como he dicho, hay algunos esfuerzos a cierto nivel, pero la presión y la tortura continúan en Imrali. Por lo tanto, la sociedad debe levantarse en todos los campos y extender aún más su lucha. También debe ampliarse la lucha jurídica. Miles de abogados y abogadas en Turquía han puesto el tema en el orden del día. Esto es muy importante. Las mentiras del Estado turco y la verdadera cara de Erdoğan deben ser expuestas a toda la sociedad.

El 29 de junio es el aniversario de la ejecución del jeque Sait, y el 30 de junio es el aniversario del sacrificio de la camarada Zilan. ¿Cuál es su mensaje respecto a estos dos aniversarios?

Conmemoro con respeto a los camaradas Zilan, Sema y Gulan y a todos nuestros mártires. También conmemoro respetuosamente al jeque Sait, que ocupa un lugar en los corazones y en la historia del pueblo kurdo. Somos sus seguidores. ¿Cómo surgió el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)? Por ejemplo, sin Mazlum, Kemal, Hayri, Ferhat y su resistencia en prisión, no habría existido un PKK con esa cultura. ¿Qué habría sido del PKK sin Egid, sin las decenas de amigos que prendieron fuego a sus cuerpos contra la conspiración internacional, sin Zîlan, que hizo los mayores sacrificios? Todos ellos crearon esta cultura. Ellos y ellas son la historia y la realidad del PKK. Nuestro deber es seguir a estos camaradas y proteger sus valores. Por eso, una vez más, conmemoro a todos nuestros mártires y me inclino ante su memoria con respeto. Nuestro movimiento, nuestro pueblo, el PKK y la KCK, sacan su fuerza de ello. A pesar de todo, la lucha continúa y estamos convencidos de que triunfaremos.

Ejecutaron al jeque Sait y a Seyit Riza, y hoy nadie sabe dónde están sus tumbas. Se trata, por supuesto, de la política del Estado turco. Quiere destruir la memoria histórica del pueblo kurdo y hacerle olvidar. El PKK tiene hoy miles de mártires de los que no se sabe dónde están sus tumbas. Hace unos días, miles de personas visitaron los cementerios de mártires en el norte y el sur del Kurdistán, así como en Rojava. Cuando el jeque Sait fue ejecutado, no hubo tales oportunidades. Lo ejecutaron y ahora nadie sabe dónde está su tumba. También en este caso, el PKK dio una respuesta a la historia. El jeque Sait no fue ejecutado sólo porque apareciera como una persona religiosa. Era una persona consciente; hablaba cinco idiomas diferentes. El hijo del jeque Sait, Ali Riza, dijo una vez: «Mi padre tenía conciencia nacional». Todos nuestros esfuerzos son para hacer realidad sus sueños inacabados. Como dijo una vez Rêber Apo: «Completaré sus sueños inacabados, lo lograré». Con esta responsabilidad, con este amor y entusiasmo, siempre intentaremos desempeñar nuestro papel. Intentaremos ser dignos de los valores del pueblo kurdo y de sus mártires.