“Soy tímido con mis amigos, no con el enemigo”

El guerrillero Çekdar Amed conoció al enemigo y por ello decidió ir a las montañas y luchar contra él. Este guerrillero tímido se convirtió en una persona llena de determinación con un ojo de lince.

El no nació allí, pero creció allí, aprendió allí y cayó mártir allí. Nunca fue a ninguna otra parte, nunca se interesó por otro camino, Cilo lo era todo para él.

Todo había ocurrido en Cilo. Asumió que se buscaba a sí mismo y fortaleció su búsqueda, encontró el sentido, la amistad, se encontró con el amor, comenzó a aprender de las dificultades... y el trabajo, la voluntad y la determinación se convirtieron en las mayores virtudes. Y así vivió.

El guerrillero Çekdar Amed nunca fue a ninguna otra parte. Y el 9 de octubre se hizo inmortal en Cilo con sus tres amigos.

En estos lugares, el significado aumenta. Estos lugares son emplazamientos donde aumenta el significado de nuestra búsqueda. Cuando uno prueba aunque sea un solo momento de libertad aquí, es como la eternidad, sin límites y sin tiempo. Hay tantos ríos y tantas montañas que fluyen aquí.

Me acerqué al guerrillero Çekdar insistentemente para pedirle una entrevista. Quería que superara su timidez. Todos sus amigos habían sido movilizados para darnos una entrevista. Puse la cámara frente a él y me fui y me senté bajo un árbol. Dos minutos después, hizo un gesto y me llamó. Me dijo, en el turco roto de la gente joven de Diyarbakır, que llaman pexas: “Me siento como un loco, siéntate frente a mí y hablaré”.

Y empezó a hablar. Explicó la guerra especial, de qué guerra especial se trataba, por qué fue implementada, cómo los medios de Erdogan asumieron el papel de llevar a cabo esta guerra cuando la tecnología militar resultó inútil contra la guerrilla.

Él conoció al enemigo y por ello decidió ir a las montañas y luchar contra él. Este guerrillero tímido se ha convertido en una persona llena de determinación con un ojo de lince.

Era el Çeko que sus camaradas conocían. Sonreí cuando terminó de hablar. “Dijiste que no podrías hablar”, le dije. Cuando respondió, lo reconocí: “Soy tímido con mis camaradas, no con mi enemigo”. Esta frase, es en realidad una frase que resume toda la guerrilla. Charlamos durante horas, y en cada discurso habló de la belleza de Cilo, de su compañerismo, de su propia personalidad, de los mártires que conoció. Así que cuando se trataba de Cilo y el enemigo, el guerrillero Çekdar se abría.

Y un mes después, fue a Cilo. Amaba ese lugar. Fue el lugar de los mártires Jindar Ezgi, Bager Garzan, Devrim Amed y Helin Murat. Según Çeko, estos lugares deberían estar siempre protegidos, porque Cilo está lleno de memorias de los mártires y los valores que dejaron allí. Le dijimos adiós a él y a seis bellos guerrilleros que estuvieron con él.

Por aquí, lo que más quema en la guerrilla es decir adiós y despedirse. Como dijo Ali Haydar Kaytan, “La separación es el comienzo mismo del amor”.

Buena suerte, guerrillero Çekdar Amed, buena suerte, joven Çelo de Cilo.