Taller sobre educación en la lengua materna en Amed

El Sindicato de Trabajadores de la Educación y la Ciencia (Eğitim Sen) está organizando un taller en Amed, centrado en la demanda de reconocimiento legal y social de la lengua kurda como parte de una estructura educativa democrática en Turquía.

CULTURA

Bajo el título "En busca de una solución para la educación en lengua materna: posibilidades, obstáculos y propuestas", el Sindicato de Trabajadores de la Educación y la Ciencia (Eğitim Sen) organiza un taller en la provincia de Amed (Diyarbakır). El taller, al que asisten periodistas, académicos, escritores y numerosos invitados, se centra en la demanda del reconocimiento legal y social de la lengua kurda como parte de una estructura educativa democrática en Turquía.

El taller en el Centro de Congresos Çand Amed analiza las barreras estructurales y las perspectivas de la educación multilingüe, destacando su importancia para la igualdad de oportunidades, la democracia y la paz.

"Los kurdos han sido expulsados ​​sistemáticamente de los espacios público"

En la primera mesa redonda, titulada "El problema de la educación en lengua materna en el sistema jurídico turco", Müslüm Dalar, abogado y miembro de la junta directiva del Colegio de Abogados de Diyarbakır, expuso las líneas históricas de la represión contra el kurdo. Recordó que el kurdo fue en su día una lengua establecida para la educación y la ciencia en las madrasas, hasta que se institucionalizaron las prohibiciones lingüísticas tras el auge del Estado nacional.

"La Constitución de la República de 1924 sentó las bases de un sistema monolingüe. Posteriormente, se promulgaron leyes excepcionales, decretos de emergencia y medidas especiales con el objetivo de privar de derechos y asimilar a los kurdos", afirmó Dalar.

Tras la dictadura militar de 1980, se prohibieron las formas de expresión kurdas en contextos cotidianos como la música, las bodas o los discursos públicos. El reconocimiento del kurdo como lengua de instrucción o administración no es solo una cuestión de derecho, sino también de la democratización de Turquía en su conjunto, según el abogado.

"Obligaciones jurídicas internacionales, pero bloqueos políticos"

Serhat Hezer, abogado de la Asociación de Abogados por la Libertad (ÖHD), recordó que Turquía está obligada por el derecho internacional a respetar los derechos lingüísticos y culturales, por ejemplo, a través de la Declaración Universal de Derechos Humanos o la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Minorías de 1992. Sin embargo, afirmó que Ankara ha introducido reservas o restricciones en puntos clave, en particular en lo que respecta a los derechos lingüísticos colectivos. "La Constitución turca se redactó sobre la base de una comprensión monista del Estado y la lengua. Esto también se refleja en la política internacional: no se reconoce la pluralidad, ni interna ni externamente", declaró Hezer.

“El lenguaje es vida y base de la igualdad”

Cemile Turhallı, coportavoz de la Comisión de Lengua, Cultura y Arte del Partido Demócrata Democrático (DEM), concluyó la mesa redonda. Destacó que las constituciones anteriores de la República de Turquía (1924, 1961, 1982) habían excluido sistemáticamente el uso del kurdo, tanto en el contexto individual como colectivo.

“Con la Constitución de 1982, el idioma turco incluso se consagró como dogma inviolable”, dijo Turhallı y agregó: “La ciudadanía se redujo a una definición étnica y todos los demás grupos se consideraron una amenaza. Así surgió la llamada 'cuestión kurda', o como se la denomina en el discurso oficial: la 'cuestión oriental', la 'cuestión del terrorismo', la 'cuestión de seguridad'”.

El idioma no es solo una cuestión cultural o política, sino que también afecta a realidades muy específicas de la vida, afirmó Turhallı, y continuó: "El derecho a la propia lengua está estrechamente vinculado a otros derechos fundamentales: el derecho a la educación, la salud y la igualdad de trato. Los niños a quienes no se les permite hablar su lengua materna mueren innecesariamente en hospitales, no tienen una oportunidad justa en el sistema educativo y sufren exclusión".

Propuestas para una solución democrática

Cemile Turhallı pidió reformas políticas y jurídicas fundamentales, entre ellas:

▪ Abolición del concepto de ciudadanía definido étnicamente e introducción de la “ciudadanía de la República de Turquía” inclusiva

▪ Reforma constitucional: abolición de artículos discriminatorios (incluidos los arts. 3, 4, 42 y 66)

▪ Obligación positiva del Estado de proporcionar educación en la lengua materna

▪ Reconocimiento de al menos dos idiomas oficiales

▪ Multilingüismo en la administración pública y los servicios estatales

▪ Reconocimiento del pluralismo como base de la unidad nacional

"Una sociedad que no logre la paz lingüística no logrará la paz social. El multilingüismo y el multiculturalismo no son un riesgo; son la columna vertebral de una república democrática", concluyó Turhallı.

El taller continuará con una segunda ronda de discusiones después de la pausa para el almuerzo.